
Los miserables del PSOE y la cobardía del Partido Popular
Es hora de denunciar alto y claro que lo que está en juego no es el pasado, sino nuestro presente
El Congreso aprobó ayer una ley profundamente liberticida impulsada por el PSOE, con la vergonzante abstención del Partido Popular, un partido fundado precisamente por exministros del régimen de Franco, hoy rendido a los postulados del socialismo más sectario. Esta ley, que supuestamente busca disolver asociaciones y fundaciones que enaltezcan el franquismo, no es sino una burda maniobra para imponer una versión manipulada y tergiversada de la historia, borrando deliberadamente el pasado criminal del propio PSOE, auténtico responsable de la tragedia nacional que fue la Guerra Civil española.
Solo Vox ha tenido la dignidad y la valentía de plantar cara a esta imposición totalitaria, con una intervención brillante y contundente de su diputado Juan José Aizcorbe, que con claridad absoluta denunció la verdadera intención detrás de esta ley: atacar frontalmente la libertad de pensamiento, perseguir la disidencia y destruir la pluralidad histórica, cultural e ideológica de España. Aizcorbe expuso sin tapujos que esta iniciativa legislativa no busca justicia histórica, sino que es una descarada cortina de humo lanzada por el PSOE y sus socios separatistas para distraer la atención pública del verdadero escándalo que sacude al Gobierno: la corrupción que rodea a Pedro Sánchez y su entorno más cercano, especialmente su esposa Begoña Gómez.
En un momento en que cada día es más evidente la podredumbre institucional, con escándalos como el caso Koldo o el caso Ábalos, ahora aflora el que podríamos denominar 'caso Begoña y Sánchez', dejando claro que el verdadero propósito de esta ley no es otro que encubrir el saqueo institucional y moral al que Sánchez y su camarilla someten al país.
Ante este nuevo atropello, la actitud cobarde del PP, absteniéndose frente a un ataque directo a las libertades fundamentales, no hace sino confirmar su absoluta falta de principios y convicciones. Vox queda así como la única formación política que realmente defiende la libertad frente a quienes pretenden secuestrar la democracia bajo la excusa de proteger una falsa memoria histórica. La cobardía del Partido Popular, es casi más miserable que el comportamiento del Partido Socialista.
Es hora de denunciar alto y claro que lo que está en juego no es el pasado, sino nuestro presente y nuestro futuro como nación libre. Frente a la mentira oficial, frente al sectarismo liberticida, sólo la valentía y coherencia de Vox parecen capaces de alzar la voz en defensa de la verdad, la justicia y la libertad
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