
Feminismo exacerbado
El feminismo exacerbado sostiene una supuesta opresión de las mujeres dentro de nuestra sociedad
El feminismo extremo se ha convertido en un verdadero feminismo radical. Un tema controvertido para muchos, pues su esencia que en un principio buscaba desmantelar cualquier tipo de estructura patriarcal ha derivado en una lucha entre hombres y mujeres alejada de la igualdad entre ambos sexos.
El feminismo exacerbado sostiene una supuesta opresión de las mujeres dentro de nuestra sociedad. Como expresó la filósofa Andrea Dworkin: “La pornografía es la teoría, el violador es la práctica”. Una visión de cómo el feminismo en grado sumo designa la cultura patriarcal como un sistema que perpetúa la violencia y la explotación de las mujeres.
Cuestión que no está exenta de críticas puesto que se pone en el foco una idea demasiado polarizante que en vez de lograr una unión, divide. Convirtiéndose en una ideología de victimización.
En la política actual se apostata como un elemento de enfoque confrontativo, pues su finalidad no es ni la igualdad ni la justicia para todos sino una manera de vender un “producto de marketing” para obtener un rédito electoral y económico.
En 2023 el presupuesto de Igualdad aumentó un 9%, alcanzando una cifra histórica de 573 millones de euros,en 2024 la cifra no decreció. Una partida para igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres de 231.591,48 euros, actuaciones para la prevención integral de la violencia de género de 259.716,89 euros, igualdad de trato y diversidad 6.926,17 euros y dirección de servicios generales de Igualdad de 13.300,72 euros añadiendo 18.907,45 euros para lo que llaman trasferencias y libramientos internos. A nivel regional sucede exactamente lo mismo, como ejemplo, la Consejería de Igualdad de Castilla la Mancha cuenta para 2025 con un presupuesto de 44.745.370 euros, lo que representa un incremento del 1,7% respecto a las cuentas del año anterior sin tener en cuenta la incorporación de los fondos europeos.
Miles de euros para un Ministerio en el cual los datos obtenidos sobre violencia de género no dejan de aumentar. El 2023 cerró el año con más de 83.00 casos de violencia de género, un 10,9% más que a finales de 2022 según los datos del Ministerio del Interior. 2024 finalizó con 47 mujeres asesinadas y 2025 comenzaba de la misma manera.
Para el Gobierno los casos de violencia contra el hombre parecen inexistentes, eso no vende ni se encuentra dentro de sus campañas de protección. Los hombres se han convertido en un instrumento a batir que casi hay que desterrar de nuestra sociedad.
Han convertido todo en una pantomima, en la que la mujer no puede ser piropeada dado que se ha transformado en un auténtico agravio contra su persona. La ministra Yolanda Díaz así lo exponía y denunciaba en la Cadena Ser, implicando incluso a un periodista en el Congreso que le dijo “cada día estas más guapa”. Pero esto no cuenta si la que lanza la lisonja es la vicepresidenta. En la hemeroteca podemos ver como ella misma en una de sus visitas saludaba a Antonio Garamendi con un “que guapo estas” porque eso si es galantería y un cumplido, si lo hace un hombre “no se puede jugar con esta materia”
Un Ministerio que no utiliza los recursos que tiene a su disposición para determinar cuáles son verdaderamente las causas por las que se producen las agresiones y partir de ese punto hallar la solución o reducir dichos casos. No es más que un chiringuito que cada día nos cuesta más a los españoles.
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