
Giro de 180º tras la firme decisión de Patricia Llosa, mujer de Mario Vargas Llosa
Adiós en la intimidad: Patricia Llosa y los hijos de Mario Vargas Llosa toman una decisión radical sobre su despedida
El mundo de las letras se ha vestido de luto tras la pérdida del gigante Mario Vargas Llosa. Sin embargo, en medio del dolor, ha sido su esposa, Patricia Llosa, junto a sus hijos, quienes han tomado las riendas de la situación con una determinación sorprendente. La familia ha anunciado una firme decisión respecto al último adiós al Premio Nobel: no habrá ceremonias públicas.
Este inesperado giro de los acontecimientos contrasta con la magnitud de la figura de Vargas Llosa, de quien se esperaba un funeral multitudinario para que sus admiradores pudieran rendirle homenaje. ¿Qué ha motivado a Patricia Llosa a rechazar un acto público para una figura universal como Vargas Llosa?

Giro de 180º tras la firme decisión de Patricia Llosa al evitar una ceremonia pública
La pérdida de Mario Vargas Llosa marca el fin de una era en la literatura hispanoamericana. Desde que se alzara como figura del "boom" latinoamericano, compartiendo estatus con Gabriel García Márquez, Julio Cortázar o Carlos Fuentes, su nombre ha sido sinónimo de excelencia narrativa.
El escritor, nacido en Arequipa en 1936, mantuvo hasta sus últimos años una notable actividad intelectual, pese al deterioro progresivo de su salud. Residía en Lima desde su ruptura con Isabel Preysler y había retomado el vínculo con Patricia Llosa, la mujer con la que compartió cinco décadas de matrimonio y tres hijos.
Su último cumpleaños, el pasado 28 de marzo, transcurrió en privado. A pesar de la relevancia internacional de Vargas Llosa, los detalles de sus últimos días se han mantenido en la más estricta intimidad.
Su fallecimiento ha sido gestionado con igual discreción por su familia, que ha seguido al pie de la letra las instrucciones dejadas por el autor. Este enfoque íntimo, inesperado para una figura de su envergadura, es coherente con los últimos años de un hombre que, tras décadas de protagonismo mediático, eligió el recogimiento y tranquilidad.

"No tendrá lugar ninguna ceremonia pública". Así de rotunda ha sido la declaración incluida en el comunicado oficial firmado por Álvaro Vargas Llosa en nombre de la familia. Un texto sobrio, cargado de emoción y respeto, que cierra la puerta a cualquier acto institucional o mediático.
"Con profundo dolor hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz", comienza. "Nuestra madre, nuestros hijos y nosotros mismos confiamos en tener el espacio y la privacidad para despedirlo en familia, en compañía de amigos cercanos. Sus restos, como era su voluntad, serán incinerados", han añadido.
Esta decisión marca un giro inesperado en el relato público de la muerte de Vargas Llosa. Frente a la expectativa de un funeral solemne, tal vez en Madrid, París o Lima, con lectores despidiéndole en masa, su familia ha optado por un acto íntimo.
Un último año delicado junto a Patricia Llosa
En el último año, la salud de Mario Vargas Llosa había experimentado un notable deterioro, lo que había reducido drásticamente sus apariciones públicas. Su última visita a España fue el pasado verano, donde se le vio caminando con la ayuda de un bastón.
Su amor por España era conocido, país donde pasó largas temporadas y protagonizó una de las relaciones sentimentales más mediáticas con Isabel Preysler. Sin embargo, su historia de amor más duradera fue con Patricia Llosa, con quien se casó en 1965 y formó una familia numerosa.
Durante la ceremonia de entrega del Premio Nobel en 2010, Vargas Llosa dedicó unas emotivas palabras a Patricia. "Sin ella, mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo, Morgana ni los seis nietos. Todo lo hace bien", comentó.

Su separación tuvo fecha en 2015, tras 50 años de matrimonio, motivada por su relación con Isabel Preysler. Sin embargo, el destino quiso que Vargas Llosa y Patricia se reencontraran tras su ruptura con la socialité en 2022. Esto hizo que Patricia volviera a ocupar un lugar central en la vida del escritor en sus últimos años.
No cabe duda de que la pérdida de Mario Vargas Llosa deja un vacío inmenso en el mundo de las letras, pero también un mensaje final marcado por la sencillez. Patricia Llosa, firme y serena, ha decidido junto a sus hijos respetar hasta el final la voluntad del Nobel. ¿Es este el último acto de amor hacia un hombre cuya vida pública fue intensa, pero que eligió la intimidad para su último adiós?
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