Venezuela merece ser libre, por Patricia Rodríguez
El periodismo crítico parece llegar a su fin
No solo el Gobierno Español parece empeñado en tomar el control de los medios de comunicación. El control político y mediático por parte de Nicolás Maduro ha tenido bajo la vigilancia chavista incluso a la autoridad electoral de Venezuela.
El periodismo crítico parece llegar a su fin. La detención del periodista Juan Ramón Martínez conocido por Cake Minuesa es una muestra más del totalitarismo del régimen político, donde Maduro ejerce su poder sobre el pueblo venezolano.
Tras unas elecciones polémicas con irregularidades electorales y restricciones a la oposición. Nicolás Maduro expresaba que como corredactor de la Constitución la iba a defender con su vida y que lo que sostuviera el árbitro electoral sería reconocido y defendido por la unión cívico policial y por su pueblo.
Los venezolanos mostraban las copias de las actas que recuperaban tras el cierre de los centros electorales, donde demostraban una victoria aplastante para el líder de la oposición Edmundo González. Finalmente se consumaba el fraude electoral donde daba la victoria al régimen con un 51,2% sobre un 44,2% para la Mesa de la Unidad Democrática liderada por Edmundo y apoyado por la candidata inhabilitada María Corina.
El Consejo Nacional Electoral señalaba que el régimen continuará en el poder otro seis años más. Tras conocerse los resultados,el candidato acompañado por María Corina destacaba que “Nuestra lucha continua hasta que la voluntad del pueblo sea respetada” Ahora el Fiscal General del régimen anuncia que realizará una investigación criminal contra la opositora María Corina Machado por paralizar y adulterar los resultados electorales.
Nicolás Maduro parece no respetar el deseo de los venezolanos sobre todo por los resultados volcados entre las distintas formaciones. Las matemáticas no fallan y sus números no cuadran.
Venezuela parece sometida a una dictadura donde la libertad brilla por su ausencia y todo aquel que ose a llevar la contraria a Maduro no acaba bien parado. Tampoco quiere que desde fuera de su país se demuestre el posible fraude electoral y como hemos podido comprobar los visitantes españoles que han sufrido su censura.
El primero de ellos fue el exdiputado de Vox Víctor González, que viajo a Caracas invitado por los líderes de la oposición y horas después fue detenido, interrogado y confinado sin explicación alguna. Borrando los datos de su teléfono móvil e incluso obligándole a que se desnudara en un intenso interrogatorio de seis horas. Finalmente pudo regresar a España junto a su familia. Esta misma “suerte” no fue la del periodista Cake Minuesa que sorprendentemente cuando iba a recoger sus pertenencias al hotel fue detenido por la Contrainteligencia militara las 3:40 hora en Venezuela, 10:40 hora española. Retenido bastantes horas hasta que el Ministerio de Exteriores junto con las gestiones conjuntas de la Embajada de Caracas conseguían su liberación.
Todavía no sabemos el calvario al que han podido someter al periodista sabiendo cómo se las gasta el régimen chavista, pero esperamos que esté en las mejores condiciones posibles y nos pueda contar las vicisitudes que pasan los presos políticos.
Nunca olvidemos que una democracia sin mayoría se convierte en dictadura. Venezuela merece ser libre.
Firmado por Patricia Rodríguez.
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