Los románticos viajes de Pedro Sánchez y Begoña Gómez que Moncloa quiere ocultar

En medio de las polémicas que rodean al Gobierno español, una de las más recurrentes es el uso del avión presidencial. Conocido como el Falcon, por parte del líder del PSOE, Pedro Sánchez. Desde que asumió el cargo en junio de 2018, Sánchez ha sido objeto de críticas.

Por la frecuencia con la que utiliza este medio de transporte, tanto para viajes internacionales como para desplazamientos dentro del país.

Este patrón de uso ha llevado a comparaciones con sus predecesores, revelando una disparidad notable en la cantidad de viajes realizados.

Recordemos que la Audiencia Nacional emitió hace unos años un fallo histórico. Que obligó al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a revelar todos los detalles de sus viajes privados. Particularmente aquellos relacionados con el ocio y asuntos personales, realizados utilizando recursos del Estado.

Este revés legal fue divulgado en su día por el periodista Enrique Delgado en ABC. Constituye un acontecimiento sin precedentes, ya que es raro que un tribunal de tal envergadura imponga sanciones por la opacidad de un presidente del Gobierno.

La resolución de la Audiencia Nacional se sumó a otras emitidas por el Consejo de Transparencia. Las cuales fueron sistemáticamente desoídas por el presidente, y que ya le obligaban a proporcionar esta información de acuerdo con la Ley de Transparencia.

A pesar de ello, la Moncloa presuntamente trató de ocultar detalles sobre los viajes realizados. Como el caso de un desplazamiento a Benicàssim para asistir a un concierto de The Killers junto a su esposa, Begoña Gómez. Además, un grupo de amigos, así como otros viajes con fines personales.

Este fallo judicial se produjo después de una serie de investigaciones que pusieron de manifiesto la reticencia de la Moncloa a proporcionar información sobre los viajes del presidente.

Por ejemplo, una resolución del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno. Que obligó a la Moncloa a revelar los detalles de la presencia de la esposa de Sánchez. En la comitiva oficial durante un viaje a Estados Unidos.

El uso del avión presidencial, conocido como Falcon, también ha generado polémica durante el mandato de Sánchez. Se ha señalado que el presidente ha utilizado este medio de transporte en un número excesivo de ocasiones, incluso para desplazamientos cortos que podrían haberse realizado en coche.

 Esto ha generado críticas por el elevado coste económico y ambiental de estos viajes. Así como por la contradicción entre las acciones del presidente y sus declaraciones previas sobre la necesidad de reducir las emisiones de carbono.

Viajes en el Falcon

Según datos del portal Maldita, entre junio de 2018 y septiembre de 2022, Pedro Sánchez había realizado un total de 612 viajes en el Falcon. Esta cifra supera significativamente la cantidad de viajes realizados por otros expresidentes durante periodos similares.

 Por ejemplo, Mariano Rajoy utilizó el avión presidencial 148 veces durante su mandato de siete años. Mientras que José Luis Rodríguez Zapatero lo hizo en 242 ocasiones durante el mismo periodo.

Asimismo, Aznar y Felipe González realizaron 240 y 164 viajes, respectivamente, durante periodos más largos en el cargo. Es importante destacar que estas cifras se han incrementado aún más desde enero de 2024.

Esta decisión provocó críticas significativas. Especialmente considerando la promesa previa de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, de prohibir los vuelos cortos debido a su impacto ambiental. Se estima que las emisiones de CO₂ generadas por ese vuelo Fueron equivalentes a las de 62 viajes en automóvil en el mismo trayecto.

En términos económicos y medioambientales, el uso excesivo del Falcon por parte de Sánchez ha tenido consecuencias significativas. Se estima que el líder socialista ha gastado más de siete millones de euros en combustible para estos viajes. Contribuyendo a la emisión de aproximadamente 30.593 toneladas de CO2.

Además, según Maldita, durante los primeros 500 días de mandato de cada presidente, Zapatero y Sánchez fueron quienes más hicieron uso del avión presidencial, con 86 y 76 vuelos respectivamente.