Las redes estallan contra el Mosso que permitió la segunda fuga de Puigdemont
El retorno de Puigdemont ampliamente publicitado y esperado se produjo bajo la vigilancia de los Mossos d'Esquadra
En las últimas horas, las redes sociales se han convertido en un hervidero de críticas contra Eduard Sallent. El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra tras la segunda fuga de Carles Puigdemont.
Sallent ha sido señalado como el principal responsable de permitir que Puigdemont, prófugo de la justicia española, entrara y saliera de España sin ninguna dificultad. Además, evadiendo su captura en lo que muchos consideran un operativo fallido.
El episodio comenzó cuando Puigdemont, quien llevaba siete años fuera del país para evitar ser arrestado por su participación en el referéndum unilateral de 2017, regresó a España. Este retorno, ampliamente publicitado y esperado, se produjo bajo la vigilancia de los Mossos d'Esquadra, quienes debían asegurar que el exmandatario fuera detenido. Sin embargo, la operación, supervisada por Eduard Sallent, resultó en un fracaso rotundo.
Según diversos medios de comunicación, Sallent estaba a cargo de coordinar el dispositivo policial en Barcelona. Su misión era proteger el Parlament y, al mismo tiempo, arrestar a Puigdemont. Sin embargo, las circunstancias mostraron que el dispositivo no cumplió su objetivo, permitiendo que Puigdemont cruzara la frontera sin problemas.
Fuertes críticas al cuerpo de seguridad
Las críticas no tardaron en llegar. En plataformas como Twitter, usuarios expresaron su indignación, calificando a Sallent de "traidor" y "miserable". Algunos exigieron su destitución inmediata y la dimisión del Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por lo que consideraron una "vergüenza nacional".
Las redes se llenaron de mensajes que pedían la difusión de la cara de Sallent, para que "nunca pueda salir de su terruño golpista tranquilo".
Una de las críticas más duras fue la acusación de que Sallent, un hombre con fuertes vínculos con el independentismo catalán. Habría facilitado la huida de Puigdemont como parte de un plan premeditado.
Esta sospecha se basa en el hecho de que Sallent, desde su nombramiento como comisario jefe en 2019. Ha sido visto como un aliado del movimiento soberanista, llegando a ocupar su puesto en detrimento de otros mandos con más experiencia y conocimiento.
Las críticas hacia Sallent no solo vinieron de la ciudadanía. Dentro del cuerpo de los Mossos d'Esquadra, la frustración también era palpable. Varios agentes, según El Confidencial, expresaron su descontento, describiendo la situación como "vergonzosa" y "ridícula".
Estos agentes, que pidieron mantenerse en el anonimato. Señalaron a Sallent y al conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, como los principales responsables del fracaso operativo. "Tiene que haber explicaciones de los detalles del plan o dimisiones", afirmaron.
Eduard Sallent, que se convirtió en comisario jefe de los Mossos a los 47 años, ha tenido una trayectoria meteórica dentro del cuerpo. Su ascenso fue recibido con sorpresa y resignación por una cúpula integrada por leales a su predecesor, José Luis Trapero. Este último perdió el favor del independentismo tras sus declaraciones como testigo en el Tribunal Supremo y su posterior absolución en la Audiencia Nacional, lo que llevó a su destitución.
Sallent, por su parte, fue nombrado por el entonces conseller de Interior, Miquel Buch, quien justificó su elección como parte de una "nueva etapa" en la policía autonómica.
A pesar de las promesas de neutralidad política, Sallent ha sido constantemente vinculado al independentismo. En 2022, su nombre volvió a estar en el centro de la polémica cuando cesó a Toni Rodríguez, jefe de Investigación de los Mossos, en medio de un conflicto interno. Rodríguez acusó a Sallent de intentar obtener copias de diligencias de investigación sobre un caso relacionado con el expresidente Puigdemont.
El jueves negro de los Mossos, como ya se le ha llamado en algunos medios, también ha puesto en entredicho la continuidad de Joan Ignasi Elena como conseller de Interior. Elena, quien tiene un pasado en el PSC, abrazó el soberanismo y fue acogido en el Gobierno de Pere Aragonès. Su gestión al frente de los Mossos ha sido cuestionada, y su papel en el operativo fallido ha sido duramente criticado.
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