Shock en Antena 3 tras lo último que ha sucedido con Karlos Arguiñano: 'Es importante'
El chef vasco ha sorprendido a todos con una entrevista cargada de revelaciones sobre su familia en 'El Hormiguero'
Karlos Arguiñano, el carismático chef que lleva años conquistando a los espectadores de Antena 3, ha dejado sin palabras a más de uno tras su última aparición en El Hormiguero. Durante una amena entrevista con Pablo Motos, Arguiñano compartió detalles íntimos de su vida familiar, algo poco habitual en el cocinero. "Es importante", aseguró en un momento sobre el emotivo detalle de su hijo, que marcó el punto más memorable de la noche.
La visita de Arguiñano giró en torno a la presentación de su último libro: 545 recetas para triunfar fáciles de hacer y ricas de comer. Sin embargo, también reveló anécdotas familiares y las tradiciones navideñas que lo unen a sus seres queridos. Con siete hijos y 14 nietos, el chef compartió cómo vive las fiestas en una casa donde nunca faltan la alegría y las reuniones multitudinarias.
Sin embargo, una revelación inesperada durante la entrevista capturó toda la atención: un talento oculto que desarrolló durante la pandemia gracias a un curioso regalo de su hijo. ¿Qué fue lo que Karlos Arguiñano reveló que impactó tanto a Pablo Motos y a los espectadores?
Shock en Antena 3 tras la entrevista de Karlos Arguiñano en El hormiguero
Desde el inicio de su aparición en el plató de El Hormiguero, la complicidad entre Pablo Motos y Karlos Arguiñano se hizo evidente. La conversación fluyó entre risas y revelaciones, cuando Arguiñano desveló un detalle poco conocido de su vida durante la pandemia. Contó cómo su hijo le animó a descubrir una nueva afición: la pintura.
"Mi hijo empezó a pintar en la pandemia y me dijo que como no tenía ninguna afición, me iba a regalar unas acuarelas. Así fue, me regaló unas pinturas y unas piedras y me entretengo muchísimo. Ahora pinto ojitos mirando de un lado a otro", confesó entre risas mientras mostraba sus pequeñas creaciones artísticas.
Sin embargo, el momento más hilarante de la noche llegó cuando el chef sacó una bolsa llena de regalos para Pablo Motos. Unas piedras pintadas, un ejemplar de su último libro, un pan artesanal hecho por su hijo Joseba y una txapela.
"Te entrego estas piedras, un libro de mi última edición. También, de parte de mi hijo Joseba, te he traído un buen pan, porque es importante comer buen pan. Por último, una txapela", dijo Arguiñano.
Entre bromas, ambos protagonizaron una escena que desató carcajadas al colocarse la boina al estilo tradicional vasco.
Una familia numerosa y llena de tradiciones
En un punto de la entrevista, Pablo Motos destacó la vida familiar de Karlos Arguiñano, recordando que el chef tiene siete hijos y 14 nietos. "Acabo de tener a mi nieto número 14. No le llamamos número 14, le llamamos Mikel. Tengo 7 hijos y todos con hijos, somos una familia de tener descendencia. Somos de hacer cosas, lo han heredado de mí", bromeó Arguiñano.
En este momento, Pablo Motos le preguntó si se acordaba del nombre de todos ellos. "Creo que me acuerdo de mis 14 nietos, es que a veces les ponen nombres de ríos".
Entonces, empezó a enumerar el nombre de cada uno de ellos y, aunque comenzó bien, finalmente no fue capaz de nombrarlos a todos. "Llevo once, pues me faltan tres chavales más", admitió, generando carcajadas en el plató.
Además, el cocinero describió su hogar como un lugar lleno de vida, donde cada fin de semana se reúne toda la familia. "Somos más de 20 personas. Vivo en una zona con conejos, cerdos, gallinas… Es como un caserío, pero muy bien cuidado", relató con entusiasmo.
La conversación también derivó hacia las pasiones que comparten los miembros de la familia Arguiñano. Aunque sus hijos y nietos adoran el surf, el chef confesó que no comparte ese entusiasmo. "Te cuento que mis nietos y mis hijos adoran el surf, pero a mí no me gusta nada", reveló.
El chef también reveló una tradición navideña muy especial: regalar árboles. "En mi familia, desde hace años, nos regalamos árboles por Navidad. Tengo plantados más de 300 entre frutales y castaños", confesó.
Los recuerdos de Karlos Arguiñano sobre sus inicios en la cocina
Por otro lado, Arguiñano también explicó de dónde proviene su pasión por la cocina, remontándose a su infancia. "Yo empecé a cocinar con ocho años porque mi padre estaba impedido por la polio y yo era el hermano mayor de ocho. Llegaba de la escuela y tenía que ayudar a mi madre a pasar la salsa de tomate, limpiar puerros y poner la mesa", recordó.
Con su particular sentido del humor, también compartió una anécdota sobre sus estudios. "Era un chaval muy movido y no aprobaba nada, de hecho mi padre se creía que era tonto", empezó diciendo.
"Cuando llegaba con las notas, mi padre veía siete suspensos y cuando mi padre tenía que firmar me decía: «Eres bobo», y no me firmaba las notas. Mi padre quería que fuera arquitecto, con lo bien que se me da el pelar patatas", añadió Arguiñano.
Karlos Arguiñano demostró una vez más por qué es uno de los personajes más queridos de Antena 3. Su paso por El Hormiguero no solo sirvió para promocionar su nuevo libro, sino también para acercarse al público desde una perspectiva personal y auténtica. Desde sus dotes artísticas hasta sus tradiciones familiares, el chef vasco compartió aspectos íntimos que reflejan una vida llena de aprendizajes y alegría.
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