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La infanta Cristina y la reina Letizia sonrientes posan frente a un fondo urbano con cielo azul
CORAZÓN

El planazo de la infanta Cristina en Madrid tras reconciliarse con la reina Letizia

La infanta Cristina asiste a la boda del hijo de Javier López Madrid tras su acercamiento con la reina Letizia

La infanta Cristina ha reaparecido este fin de semana en un planazo muy comentado en Madrid tras reconciliarse con la reina Letizia. La hermana del rey Felipe fue una de las invitadas más destacadas en la boda de Bosco López Madrid, hijo del empresario Javier López Madrid. Allí coincidió con rostros de la aristocracia, la política y la alta sociedad, y protagonizó uno de los momentos más comentados del enlace al mostrarse cercana, relajada y muy implicada.

Este reencuentro de Cristina con el entorno más exclusivo de la alta sociedad española llega en un momento delicado, pero revelador. Su acercamiento con la reina Letizia, tras años de rumores sobre su mala relación, ha devuelto a la infanta a una posición más visible dentro del círculo institucional. ¿Qué ha cambiado en su vínculo con Letizia para que ahora se les vea con una cordialidad renovada?

La infanta Cristina sonriente con cabello rubio y suelto, usando un abrigo oscuro, en un entorno urbano desenfocado.

La infanta Cristina brilla en una boda de la alta sociedad extremeña

La boda de Bosco López Madrid y Victoria Ferrer Fernández reunió a más de 300 invitados, entre ellos figuras políticas como María Dolores de Cospedal. El evento se celebró en una finca propiedad de la familia de la novia, un entorno idílico que combinó tradición y elegancia.

La ceremonia religiosa fue íntima y emotiva, con la novia, vestida por Jorge Vázquez, entrando del brazo de su padre. La decoración destacó por su sofisticación: mesas con lámparas propias, centros de flores en cada rincón y una iluminación cálida que transformó la finca en un espacio mágico durante la noche.

Javier López Madrid, padre del novio, no es un desconocido para la Familia Real. Compañero del rey Felipe en el colegio Los Rosales, su relación con la Corona se remonta a la infancia del monarca. Durante años, también mantuvo una gran sintonía con la reina Letizia, con quien compartía sesiones de yoga.

En este ambiente exclusivo y cuidado al detalle, Cristina de Borbón se situó en primera fila, como testigo destacada del enlace. Según testigos presenciales, recibió algunas reverencias, pero ella se mostró sencilla, amable y muy participativa durante toda la ceremonia y el convite.

Primer plano de la infanta Cristina seria con el pelo recogido llegando a un hotel de Ginebra

Aunque alejada de la agenda oficial, la infanta Cristina continúa teniendo un papel relevante en momentos puntuales. El hecho de que los asistentes la trataran con deferencia, pero sin excesiva formalidad, sugiere que sigue siendo una figura respetada dentro del círculo cercano a la Corona.

Además, este tipo de apariciones privadas permiten también mostrar una imagen más relajada y humana de Cristina. La infanta parece atravesar una etapa de equilibrio personal, marcada por la discreción, la familia y la calma tras años complicados por el caso Nóos.

La relación entre la reina Letizia y la infanta Cristina deja entrever una nueva etapa

Durante años, la infanta Cristina y la reina Letizia protagonizaron titulares por la evidente frialdad entre ambas. Los rumores de tensión, alimentados por diversos gestos públicos y filtraciones, situaban a Letizia como una figura distante respecto a su cuñada, especialmente tras el escándalo de Nóos.

Sin embargo, en los últimos meses, han surgido señales de un posible acercamiento entre ambas, con comentarios positivos por parte de su entorno y una actitud más conciliadora en actos recientes. No obstante, la reconciliación entre Letizia y Cristina no se ha producido de un día para otro.

Se trata de una evolución paulatina que ha sido fruto de la madurez y de la necesidad de unidad familiar. Ambas han atravesado momentos mediáticos muy distintos, con trayectorias públicas en paralelo, pero siempre marcadas por diferencias de carácter y visión.

Letizia y la infanta Cristina en diferentes entornos, una sentada en un evento formal y la otra al aire libre.

En los últimos actos en los que se ha hablado de ambas, ya no se percibe la tensión de antaño. Aunque no han compartido agenda ni se las ha visto interactuar directamente, los mensajes indirectos y gestos del entorno parecen indicar que el trato entre ellas ha mejorado. 

Por este motivo, la aparición de la infanta Cristina en esta boda pone de relieve su renovada visibilidad y la reconciliación con la reina Letizia. Sin hacer ruido, su presencia refuerza la idea de una familia real más cohesionada y cordial. Habrá que observar si este gesto marca un punto de inflexión en su papel futuro dentro del entorno institucional.

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