
Duro golpe para la infanta Cristina y su hijo, Pablo Urdangarin: no pueden seguir así
La exmujer de Iñaki Urdangarin y sus hijos han recibido una advertencia que supone un fuerte revés
La situación para la infanta Cristina y su hijo Pablo Urdangarin ha vuelto a complicarse. Y esta vez, el revés no viene de los tribunales ni de la prensa, sino directamente desde el entorno de la Casa Real.
Según se ha revelado recientemente, tanto ella como sus hijos habrían recibido una advertencia clara y contundente. Se les ha pedido que no viajen a Mallorca durante unos días muy concretos de agosto, ya que la Familia Real, encabezada por el rey Felipe, no desea coincidir con ellos. Un mensaje que, sin decirlo directamente, deja claro que siguen siendo una presencia no deseada en los espacios oficiales de la monarquía.

La infanta Cristina sigue fuera de la Casa Real
Desde el escándalo del caso Nóos, que terminó con Iñaki Urdangarin condenado y cumpliendo pena de prisión, la figura de la infanta Cristina ha quedado completamente desdibujada dentro del entorno institucional. Fue apartada oficialmente de la Casa Real, se le retiró el título de duquesa de Palma y dejó de formar parte de la agenda pública. Sin olvidar que la relación con su hermano ha tenido altibajos y fases de enorme distanciamiento.
Aunque en lo formal no se han emitido comunicados ni declaraciones públicas que lo evidencien, en la práctica Cristina y sus hijos han sido relegados. Su vínculo con la Corona es cada vez más tenue. Sin embargo, el Palacio de Marivent, residencia veraniega de la familia real en Mallorca, sigue estando disponible para los miembros del clan Borbón.
Durante años, dicho enclave fue símbolo de unidad familiar, pero desde hace tiempo, las vacaciones ya no las celebran todos juntos. La tensión acumulada, las diferencias y los escándalos han provocado una clara fragmentación. Tanto es así que el año pasado, Cristina viajó pensando que los reyes ya se habían marchado y acabaron coincidiendo por error.

El duro revés que han recibido la infanta Cristina y Pablo Urdangarin
Según ha publicado el medio El Nacional, este 2025 no se quiere que vuelva a pasar lo mismo. Por eso, la reina Letizia habría pedido a la infanta Cristina que ella y sus hijos que no estén en Mallorca del 1 al 15 de agosto. Periodo en el que ella, su marido y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, tienen previsto alojarse en Marivent.
Aunque no se trata de una orden oficial, el gesto tiene un claro significado. Es una advertencia velada, pero rotunda, que marca los límites de lo que es aceptable para la Casa Real. En otras palabras: siguen sin querer mezclar su imagen institucional con la de la familia Urdangarin-Borbón, aún asociada al escándalo y a la desconfianza social.

Este duro golpe afecta a la infanta Cristina, y a sus vástagos, especialmente a Pablo Urdangarin, quien en los últimos tiempos ha sido visto con buenos ojos por la opinión pública. Simpático, educado, y con talento deportivo, él ha intentado mantenerse al margen del escándalo de sus padres. Y muchos lo veían como una figura que podría redimir, en parte, la imagen de su rama familiar.
Pero esta situación demuestra que, para la Casa Real, eso no es suficiente. El veto encubierto que se les ha impuesto para las vacaciones deja claro que la reconciliación no está cerca.
Este aislamiento es doblemente duro para la infanta Cristina, que ha tratado de mantener cierta normalidad con sus hijos tras separarse oficialmente de Iñaki. Aunque ya no forma parte de la Familia Real de forma activa, seguía manteniendo ciertas costumbres, como pasar parte del verano en Mallorca. Ahora, hasta eso está condicionado y resulta insostenible, no puede seguir así.
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