Máxima de Holanda y Guillermo ya no lo ocultan en el día especial del Papa León XIV

La Plaza de San Pedro del Vaticano ha vuelto a ser escenario de una de las ceremonias más simbólicas del mundo católico: la misa de inicio del pontificado del nuevo Papa León XIV. Miles de fieles y representantes de todos los rincones del planeta se han reunido este domingo en el corazón de Roma. Todo para acompañar al pontífice estadounidense en el arranque de su labor al frente de la Iglesia.

La jornada ha contado con la presencia de líderes políticos, delegaciones diplomáticas, y como era de esperar, de casas reales europeas. Entre los rostros más observados de la jornada destaca el de la reina Letizia, que ha lucido un elegante traje blanco. Color reservado solo para aquellas consortes con el privilegio del “blanco papal”.

Máxima de Holanda, en el foco mediático en el día más especial del Papa León XIV

Aunque también ha captado muchas miradas otra reina. Esta ha sido Máxima de Holanda, aunque por un motivo bien distinto. La reina neerlandesa ha viajado sola, sin su marido, el rey Guillermo Alejandro.

Un detalle que, sin duda, no ha pasado desapercibido. Si bien en otras ocasiones la ausencia del rey ha tenido explicaciones diplomáticas o de agenda, en esta ocasión la incógnita ha sido total.

En el calendario oficial de la Casa Real neerlandesa no figura ningún compromiso para Guillermo en los días previos. El único acto confirmado es su presencia el próximo miércoles 21 en Japón, donde visitará el pabellón de Países Bajos en la Expo de Osaka.

¿Hay distanciamiento entre Guillermo y Máxima de Holanda?

Además, el viaje de la reina a Roma ha coincidido con una fecha importante en su calendario personal. Este sábado 17 de mayo, ha cumplido 54 años. Por esa razón, la decisión del rey Guillermo de no acompañarla han hecho reavivar los rumores que ya venían sonando desde hace meses.

Y es que se hablaría sobre una posible distancia dentro del matrimonio real. Las imágenes de Máxima sola en Roma, en un acto de tal envergadura, no hacen más que alimentar el debate sobre la situación actual de la pareja.

Desde el entorno de la reina se ha intentado rebajar la tensión. Y es que, a falta del rey, han asegurado que cuenta con el respaldo del primer ministro neerlandés Dick Schoof, también presente en la ceremonia. 

No es la primera vez que una ceremonia en Roma evidencia esta separación. Hace unas semanas, en el funeral del Papa Francisco, fue la celebración del Día del Rey la que impidió a Máxima y a Guillermo desplazarse hasta el Vaticano. Y todo a pesar de que ambos, el Papa Francisco y Máxima, compartían los mismos orígenes argentinos.

Máxima de Holanda no ha podido vestir de blanco

La figura de Máxima de Holanda siempre ha suscitado especial interés en los círculos vaticanos. De confesión católica, contrajo matrimonio bajo el rito calvinista, respetando la tradición religiosa de la Casa de Orange. Sin embargo, un permiso especial del arzobispo de Rotterdam le permitió conservar su fe.

Aun así, al contrario que Letizia, no ha podido vestir de blanco. Este privilegio se reserva únicamente a reinas católicas que son consortes de monarcas de Estados católicos. En su caso, Países Bajos mantiene su vínculo con el protestantismo, lo que le impide acceder a ese gesto litúrgico.

Por el momento, la Casa Real neerlandesa no ha emitido ningún comunicado sobre la ausencia del monarca en la misa del Papa León XIV. El tiempo dirá si este distanciamiento se consolida o solo ha sido un movimiento estratégico. Pero lo que es evidente es que Máxima ha optado por mantener su compromiso institucional intacto, incluso sin la presencia del rey Guillermo.