
Inquietud en Noruega: se abre un nuevo frente que preocupa a la princesa Mette-Marit
Mette-Marit afronta un año complicado, ahora sacudido por un nuevo problema que amenaza con dañar aún más su imagen
La princesa Mette-Marit vuelve a estar en el centro de la atención mediática esta semana en Noruega. Su figura, ya marcada por un año de altibajos, enfrenta un nuevo frente que complica todavía más su situación personal y pública.
Entre problemas de salud, la presión por el caso judicial de Marius Borg y una bajada de popularidad, el estreno de un documental ha añadido un elemento inesperado a la ecuación. ¿Será capaz de sobrellevar este nuevo golpe en un momento tan delicado?

El último problema de la princesa Mette-Marit
En los últimos meses, Mette-Marit ha tratado de mantener un perfil bajo, reduciendo apariciones y apoyando al príncipe Haakon desde un segundo plano. Sin embargo, lo que parecía una etapa de discreción se ha visto alterado por la irrupción de un documental que amenaza con reabrir viejas heridas.
El pasado viernes, Netflix estrenó Realeza Rebelde: Una insólita historia de amor, dirigido por Rebecca Chaiklin, autora de Tiger King. La producción cuenta la relación de la princesa Marta Luisa y Durek Verrett, repasando polémicas, espiritualidad y tensiones con la Casa Real. A priori, el contenido parecía ajeno a Mette-Marit, pero en torno al minuto cincuenta surge una referencia que ha levantado inquietud.
Un corresponsal de realeza de Nettavisen, Tove Taalesen, lo describió claramente. En el documental cuentan qué pasó de ser "la camarera" con un pasado marcado por fiestas y excesos, a convertirse en esposa del futuro rey. Aunque ni Marta Luisa ni Durek pronuncian esas palabras, el documental actúa como altavoz para revivir un debate que parecía superado.

El propio Durek comenta en pantalla: "Y pasó por una situación horrible por eso, pero ahora todo el mundo la quiere". Una frase que contrasta con el resultado de las encuestas más recientes, donde el apoyo a Mette-Marit ha caído varios puntos en apenas meses.
El Palacio Real reaccionó con rapidez, solicitando que se retirara una escena donde aparecía Haakon como invitado a la boda de su hermana. El gesto, aunque menor, mostró la sensibilidad existente en torno a la imagen del heredero. Sin embargo, no hubo movimientos similares respecto a la mención sobre Mette-Marit, lo que ha sorprendido a analistas y medios locales.
El año más complicado de la princesa Mette-Marit
Este nuevo frente mediático se suma a un 2025 que ya estaba siendo especialmente duro para la princesa heredera de Noruega. Desde enero, su agenda pública se ha visto reducida debido a la enfermedad pulmonar crónica que padece desde 2018. Esto ha obligado al príncipe Haakon a asumir en solitario numerosos actos oficiales.
La fragilidad de su salud coincidió con la caída en popularidad reflejada en encuestas publicadas a mediados de año. En ellas, Mette-Marit aparecía varios puntos por debajo del nivel de apoyo habitual. Sin duda, se trata de una señal clara del desgaste que afecta a su papel como futura reina.

La controversia ha sacado a la luz un conflicto de fondo. ¿Hasta qué punto es posible separar la vida privada de Marius de la posición de su madre? El caso ha reactivado viejos fantasmas sobre si Mette-Marit es adecuada para la monarquía.
La princesa Mette-Marit atraviesa un momento crítico, atrapada entre problemas de salud, la sombra judicial de su hijo y la presión mediática de un documental. Su imagen en Noruega se encuentra en un punto frágil y la confianza de los ciudadanos parece tambalearse. El verdadero reto será demostrar si puede salir fortalecida de este 2025, el año más difícil de su vida.
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