Fran Rivera y Lourdes Montes, señalados: destapan el problema que están atravesando

Fran Rivera y Lourdes Montes han sido el centro de todas las miradas tras el nacimiento de su tercer hijo, Nicolás. Sin embargo, la felicidad que embargaba al matrimonio se ha visto empañada por una noticia inesperada que ha señalado un problema latente para el extorero. Y es que, tras una larga espera, él no podrá cumplir con una de sus tradiciones más arraigadas: ejercer como costalero durante la Semana Santa por última vez.

La negativa ha llegado como un mazazo emocional para Fran Rivera, quien confiaba en despedirse bajo el paso del Cristo de las Tres Caídas. ¿Cómo ha afectado esta decisión a su ánimo y qué implica para su vínculo con la cofradía a la que ha dedicado tantos años?

Destapan el problema de Fran Rivera tras el nacimiento de su hijo

El nacimiento de Nicolás hace apenas una semana trajo consigo una ola de ternura y celebración para Fran Rivera y Lourdes Montes. Convertidos en familia numerosa, el matrimonio ha compartido detalles del nuevo miembro, como la habitación decorada con mimo o el carrito en el que ya pasea el pequeño.

Pero la emoción por la llegada de su hijo se ha visto empañada por un asunto que, para él, tiene un enorme peso simbólico. El calendario ha querido que el nacimiento coincidiera con una de las fechas más importantes del año para él: la Semana Santa, una tradición que vive con intensidad desde hace décadas.

El torero, comprometido desde siempre con sus raíces y creencias, forma parte activa de la Hermandad de la Esperanza de Triana. Durante años ha portado sobre sus hombros al Cristo de las Tres Caídas como costalero.

El problema ha surgido por una normativa interna de la Hermandad, que establece que los costaleros solo pueden formar parte de las cuadrillas hasta que cumplen cincuenta años. Fran Rivera celebró su 51º cumpleaños el pasado 3 de enero, por lo que, según estas reglas, ya no podría participar.

Lo doloroso para él es que el año pasado, en el que debía haber sido su despedida, no pudo salir por culpa de la lluvia. Esta frustración llevó a que tanto él como otros compañeros de cuadrilla, en la misma situación, pidieran una prórroga especial para 2025. La solicitud se basaba en una cuestión lógica: si no pudieron ejercer en su último año permitido, solicitaban una oportunidad excepcional para despedirse.

"Es incomprensible, una falta de caridad, empatía, de hermandad, de esperanza... Es muy triste y es una pena muy grande", confesó Fran visiblemente afectado en Y ahora Sonsoles. En ese mismo espacio, Rivera lamentó no haber recibido ninguna explicación oficial sobre la negativa, lo que incrementa su desconcierto.

Además, Fran Rivera quiso dejar claro que no se trata solo de un deseo personal. "No sabemos por qué a nosotros", deslizó, dejando entrever que podría haber una razón interna o incluso personal tras esta decisión. "Espero que no sea nada personal", añadió con tono contenido.

Fran Rivera pronuncia su malestar en redes sociales

Pero esto no ha sido lo último, ya que Fran Rivera tampoco ha podido ocultar su decepción en redes sociales. "Podrán quitarnos el despedirnos de él, con esa falta de cristiandad de la junta de mi Hermandad de la Esperanza de Triana. Pero nunca nos quitarán lo que hemos vivido y la relación que tenemos con él", expresó.

Este tipo de declaraciones reflejan no solo un malestar momentáneo, sino una herida profunda que afecta al plano emocional y espiritual del extorero. Rivera no solo participaba como costalero, sino que entendía esta actividad como parte de su legado, algo que había empezado a transmitir a sus hijos.

Es indudable que la alegría de Fran Rivera y Lourdes Montes por el nacimiento de Nicolás se ha visto parcialmente ensombrecida por una decisión que ha herido profundamente al torero. Excluido de su última procesión como costalero, se enfrenta ahora al desafío de encontrar consuelo y resignación. ¿Podrá cerrar este capítulo espiritual con la misma serenidad con la que abre uno nuevo como padre de familia numerosa?