
Anuncian un nuevo dilema que vuelve a enfrentar a los príncipes Guillermo y Harry
La relación rota entre Guillermo y Harry revive con un dilema inesperado que tiene en vilo a la Familia Real británica
La noticia que sacude a la realeza británica no tiene que ver con discursos ni con actos oficiales, sino con un gesto íntimo y familiar. Los protagonistas son, una vez más, los príncipes Guillermo y Harry, que vuelven a estar en el centro de una encrucijada que reabre viejas heridas.
La situación ha surgido en torno a una celebración que debería ser solo motivo de alegría, pero que ha terminado convirtiéndose en foco de tensión. La incógnita sobre lo ocurrido ha levantado un intenso debate en los círculos más cercanos a la Casa Real. ¿Qué decisión es la que ha reavivado este enfrentamiento tan delicado?

El bautizo de la hija del duque de Westminster enfrenta de nuevo a Guillermo y Harry
Desde que Harry y Meghan decidieron mudarse a California y abandonar sus obligaciones reales, la relación entre los príncipes ha estado distanciada. Aunque coincidieron en momentos solemnes como el funeral de Isabel II en 2022, no se ha producido un acercamiento real entre ellos.
Desde entonces, los gestos han sido mínimos y las conversaciones escasas. Ni siquiera el diagnóstico de cáncer de su padre, el rey Carlos III, ha servido para lograr una reconciliación. De hecho, Harry confesó a la BBC: "No tiene sentido seguir luchando más, algunos miembros de mi familia nunca me perdonarán por escribir un libro".
Ahora, el detonante de este nuevo dilema es el nacimiento de Cosima Florence Grosvenor, hija de Hugh Grosvenor, Duque de Westminster, y su esposa Olivia. La pequeña llegó al mundo en julio, y su bautizo se ha convertido en un punto de fricción inesperado.

El joven duque, amigo cercano de ambos príncipes, debe decidir si Guillermo y Harry compartirán el papel de padrinos, un gesto simbólico que podría tender puentes o agrandar la distancia. Hugh ya fue padrino del príncipe George, primogénito de Guillermo, y también del príncipe Archie, hijo de Harry, lo que lo coloca en una posición única como nexo entre ambos hermanos.
Según publicó The Sunday Times, Guillermo parece confirmado como padrino. Pero el dilema radica en si Harry también debería serlo, algo que podría incomodar a la familia real en un momento especialmente sensible.
Un amigo cercano señaló a The Times: "Es increíblemente triste que haya llegado a esto. Hugh es de los pocos amigos que mantiene vínculos fuertes con ambos. Él desearía que pudieran sentarse y arreglar las cosas, pero sabe que es poco probable."
El duque de Westminster quiere evitar que se repita lo de su boda
No es la primera vez que Hugh Grosvenor se ve obligado a gestionar la tensión entre los príncipes. En junio de 2024, durante su boda con Olivia, optó por invitar únicamente a Guillermo, dejando a Harry y Meghan fuera para evitar conflictos.
La ceremonia en la Catedral de Chester y la recepción en Eaton Hall fueron descritas como el evento social del año. El príncipe Guillermo, incluso, ejerció un papel destacado como acomodador. En cambio, Harry y Meghan, aunque invitados, prefirieron no asistir al considerar la situación "demasiado incómoda".

Este antecedente pesa ahora sobre la decisión. Hugh teme que cualquier gesto pueda eclipsar el bautizo de su hija, tal como él mismo reconoció a su entorno. "Quiere evitar que nada eclipse el día, especialmente para Olivia, y no quiere ningún momento incómodo", trasladó.
El bautizo de Cosima, hija del duque de Westminster, se ha convertido en un inesperado escenario que reabre la herida entre Guillermo y Harry. El dilema sobre los padrinos no es solo un detalle simbólico, sino un reflejo del distanciamiento que sigue marcando a los hermanos. Queda por ver si este gesto podrá ser un punto de inflexión o, por el contrario, confirmará que la reconciliación todavía está muy lejos.
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