Todas las incógnitas sobre la descripción del asesino de Mocejón: ni rubio ni rapado

El joven de 20 años que confesó haber matado a Mateo acapara hoy todas las portadas. Juan Francisco fue detenido el lunes pasadas las 17:00 horas de la tarde por la Guardia Civil. 

Todo ocurrió en el polideportivo Ángel Tardío de Mocejón, municipio de Toledo. El detenido confesó haber asestado las 11 puñaladas que causaron la muerte de Mateo.

En su confesión, el joven declaró que “fue su otro yo” quien cometió el crimen. Que, aunque él estaba presente, no fue el responsable directo.

Sin embargo, la Guardia Civil sigue buscando el arma con el que se cometió el crimen y que culparía directamente al joven de 20 años. 

Lo cierto es que, una vez arrestado el joven, quien confesó el atroz crimen, poco se parece a las primeras descripciones que se divulgaron. Si bien se decía que el autor del asesinato era rubio y rapado, poco tiene que ver con la realidad. 

Las imágenes muestran a un joven de pelo moreno oscuro y corto, pero no rapado. Esto también ha provocado la reacción en masa de las redes sociales. Han sido muchos los usuarios que han criticado las primeras informaciones que se vertieron sobre el sospechoso. 

Ahora se conoce que el joven español de 20 años tiene, según su padre, una discapacidad del 70 por ciento. 

La información errónea del coche

En ningún momento el joven se subió a un vehículo. El asesino confeso huyo a pie de la zona.

Lo cierto es que caminó hasta la casa de su abuela. Varias cámaras de seguridad le graban andando tranquilo, alejándose del lugar. 

De hecho, el joven nunca se ocultó en el cementerio ni en ningún otro lugar. Únicamente esperó en casa de su abuela a que su padre le recogiera para ir a misa.

¿Quién es el asesino confeso de Mocejón?

El joven reside en Madrid con su madre y su hermano, que es menor de edad.

De hecho, sus padres se separaron hace años. Su padre y sus abuelos tienen casas en Mocejón.

Su padre es vigilante de seguridad. Además, el programa de 'La Mirada Crítica' contaba como actuó el asesino. Tras cometer el delito, habría ido a ducharse a casa de sus abuelos y habría acudido a misa con su padre.

De hecho, el joven sabía perfectamente los entresijos del pueblo. El supuesto asesino, a falta de encontrar el arma, entró y salió del polideportivo donde cometió el crimen por un agujero. Un espacio que solo conoce la gente de la zona. 

Además, se sabe que suele pasar temporadas en Mocejón con su padre. El propio padre, vigilante de seguridad, alega que padece una minusvalía mental severa diagnosticada. Añade que probablemente no sea consciente de sus actos: es decir, inimputable.