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Mujer rubia con labios rojos y pendientes dorados hablando frente a micrófono con banderas de España y la Unión Europea de fondo
POLÍTICA

El Tribunal de Cuentas fulmina a Sumar y al PCE por ocultismo total

El úlrimo informe desenmascara a la izquierda radical por ocultar información pese a prometer regeneración democrática

El Tribunal de Cuentas deja en evidencia a la izquierda radical. Sumar  y el Partido Comunista de España (PCE) figuran como los partidos menos transparentes del panorama político español.

Así lo señala el informe sobre publicidad activa que analiza el cumplimiento legal de 63 formaciones con representación institucional.

Sumar apenas alcanza un 40% de cumplimiento de los criterios exigidos. El PCE, por su parte, se desploma hasta un alarmante 30%.

Estos datos serán presentados este martes en el  Congreso por Enriqueta Chicano, presidenta del órgano fiscalizador.

Los números no engañan. De todos los partidos evaluados, Sumar y el PCE destacan por su falta de transparencia. En la misma línea opaca aparece Alternatiba, formación vasca que apenas alcanza un 16% de cumplimiento.

Opacidad generalizada entre aliados de Sumar

La falta de transparencia no se limita al partido de Yolanda Díaz. Sus aliados tampoco aprueban. Izquierda Unida se queda en un escaso 45%.

Barcelona en Comú no mejora, con solo un 46%. Cataluña en Comú roza el 50%, mientras que Més per Mallorca obtiene un 44%. Todos suspenden.

Mujer rubia hablando en un atril con el logo de Sumar y un fondo rojo brillante

Solo Más Madrid logra superar el 60%, aunque sigue por debajo de la media general del informe. El mensaje es claro: los socios de Sumar tampoco rinden cuentas como deberían.

En el País Vasco, Sortu, una de las formaciones que integra EH Bildu, tampoco destaca. Su puntuación es de un 41%. En contraste, Bildu logra un 61% y Eusko Alkartasuna llega hasta el 68%.

Pese a ello, el conjunto de la coalición proetarra muestra resultados dispares.

El doble discurso de quienes prometen transparencia

El informe se basa en la información publicada en los portales web de los partidos con representación en el Congreso, parlamentos autonómicos y principales ayuntamientos.

Evalúa aspectos clave como acceso a datos económicos, estructura interna, actividades y contratos.

Según los resultados, un 17% de las formaciones no cumple ninguna obligación legal de transparencia. Un 25% recibe directamente una calificación baja. La conclusión es clara: la opacidad sigue instalada en muchas estructuras partidistas.

El informe alerta de un «amplio margen de mejora». La advertencia es especialmente seria para aquellos partidos que reciben fondos públicos y, sin embargo, no rinden cuentas ni facilitan información relevante.

Hombre de mediana edad hablando en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados de España con banderas oficiales a su lado

Lo más grave es el contraste entre el discurso y la práctica. Sumar y el PCE, que dicen abanderar la regeneración democrática, quedan retratados como estructuras herméticas.

Defienden la transparencia en los medios, pero la esconden en sus webs. Prometen abrir las instituciones, pero las cierran cuando se trata de su propia gestión.

Mientras otros partidos cumplen con sus obligaciones legales, la izquierda radical prefiere operar en la sombra. Sus portales digitales carecen de la información mínima exigida, demostrando un desinterés total por la rendición de cuentas.

En resumen, el Tribunal de Cuentas ha desenmascarado el doble rasero de quienes predican una política limpia, pero se resisten al control público. La transparencia no se predica; se cumple. Y Sumar, junto al PCE, ha demostrado estar muy lejos de ella.

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