
El PSOE tiembla por los mensajes de Ábalos que podrían salir a la luz
El partido socialista contra las cuerdas tras los incendiarios mensajes entre Ábalos y Sánchez
La reciente publicación de una serie de mensajes entre el expresidente del Gobierno Pedro Sánchez y el exministro de Transportes José Luis Ábalos ha provocado una tormenta política. La misma que ha sacudido los cimientos del PSOE. Además de esto, la polémica ha generado fuertes tensiones tanto en la sede del partido, en la calle Ferraz, así como en el Palacio de la Moncloa.
El contenido de los mensajes, difundidos por el diario El Mundo, ha puesto al Gobierno a la defensiva. Aunque desde el Ejecutivo han calificado la filtración como ilegal y ha prometido una investigación para esclarecer su origen.

Desde el Ejecutivo insisten en que los textos no revelan información relevante en relación con la causa judicial que se sigue en el Tribunal Supremo contra el entorno de Ábalos. Sin embargo, el impacto político va mucho más allá. Según El Confidencial, la preocupación entre los socialistas es palpable.
Se teme que esta primera filtración sea solo el comienzo y que puedan hacerse públicos más mensajes que comprometan a otras figuras clave del Gobierno y del PSOE.
El digital citado asegura que un antiguo barón crítico con el sanchismo dijo lo siguiente:
El móvil de Ábalos tiene conversaciones con todo el mundo, ministros, segundos niveles, incluso opiniones sobre terceros. El daño potencial es enorme.
Asimismo, algunos barones del PSOE ya retirados del primer plano político han manifestado su inquietud ante la posibilidad de que salgan a la luz más detalles. Entre estos, sobre cómo se trataba a los críticos internos. Uno de ellos apunta:
Todos sabíamos cómo era el trato, pero verlo negro sobre blanco y que lo sepa toda España, cambia las cosas.
El Gobierno de Sánchez contra las cuerdas
Mientras la polémica va en auge, las reacciones en Moncloa, lideradas por el ministro Óscar López, se centran en desacreditar la filtración y no tanto en el contenido de los mensajes. Una postura que no termina de convencer a algunos sectores del PSOE.
En este escenario, el partido afronta un momento de extrema fragilidad interna. Uno en el que antiguos aliados podrían convertirse en amenazas si más conversaciones privadas llegan a manos de la opinión pública.
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