¿Por qué se llevan mal Meloni y Macron?
La relación entre ambos mandatarios se tornó visiblemente gélida durante la cena de gala en el Castello Svevo de Brindi
La reciente cumbre del G7 en Borgo Egnazia, Apulia, ha estado marcada por un notable episodio de tensión. Entre la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente francés, Emmanuel Macron. A pesar del elegante abrazo inicial al comenzar la cumbre.
La relación entre ambos mandatarios se tornó visiblemente gélida durante la cena de gala en el Castello Svevo de Brindisi. Un reflejo de las profundas divergencias que los separan.
Las cámaras captaron con precisión el tirante saludo entre Meloni y Macron, poniendo en evidencia una relación deteriorada por desacuerdos sustanciales. El punto de mayor fricción durante la primera jornada de la cumbre fue la inclusión de un párrafo sobre el aborto en la declaración final. Un tema sobre el cual ambos líderes mantienen posturas diametralmente opuestas.
Enfrentamiento por la Declaración sobre el Aborto
El incidente diplomático en torno al aborto enfureció a Meloni, quien percibió un intento de Macron por aislarla políticamente. La primera ministra italiana expresó su irritación al afirmar que no había motivos para reabrir discusiones sobre temas ya acordados previamente. "Es profundamente equivocado hacer campaña utilizando un foro precioso como el G7 en tiempos difíciles", declaró con acritud.
La disputa no se limitó a la cuestión del aborto. En vísperas de la cumbre, Macron se reunió con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Donde anunciaron un acuerdo sobre el uso de activos rusos congelados para proporcionar ayuda a Ucrania, un logro que Meloni había querido abanderar.
Este movimiento fue visto por Meloni como un intento de socavar su liderazgo en la cumbre.
Antecedentes de una Relación Tensa
La relación entre Meloni y Macron ya venía marcada por la tensión. Tras el triunfo de Meloni y su partido, Hermanos de Italia, en las elecciones italianas.
Las declaraciones de la ministra de Exteriores francesa, Catherine Colonna, sobre "vigilar" al nuevo gobierno italiano. Fueron recibidas como una injerencia inaceptable por parte de Meloni.
Las tensiones también se remontan a episodios anteriores, como la negativa de Italia a recibir al barco humanitario “Ocean Viking” en noviembre. Que provocó la reacción airada de Macron y su gobierno. Estas discrepancias se han convertido en una herramienta política utilizada por ambos líderes para reforzar sus respectivas posiciones internas.
Lenguaje No Verbal en la Cumbre del G7
El lenguaje no verbal durante la cumbre fue elocuente. Meloni mantuvo frecuentes conversaciones en voz baja con el presidente estadounidense, Joe Biden. Además, con el primer ministro británico, Rishi Sunak, mientras que con Macron apenas intercambió palabras.
La interacción limitada y las sonrisas forzadas entre Meloni y Macron contrastaban con la cordialidad mostrada hacia otros líderes como Volodimir Zelensky.
Críticas de Meloni a Macron
Meloni no dudó en lanzar críticas directas a Macron, acusándolo de explotar África y de hipocresía. "Francia continúa explotando África, forzando a trabajar a niños en las minas, extrayendo materias primas, mientras el 90% de la población de Níger vive sin electricidad", afirmó Meloni. Estas declaraciones subrayan el resentimiento acumulado por Meloni hacia la política exterior francesa y su percepción de doble rasero.
La tensión se intensificó aún más cuando Macron organizó una reunión con Zelensky y el canciller alemán, Olaf Scholz, sin la presencia de Meloni. Justo antes de la cumbre de líderes de la UE en Bruselas. Meloni calificó este encuentro como "políticamente incorrecto" y acusó a Macron de debilitar la unidad europea.
La primera ministra italiana comparó la situación con el naufragio del Titanic. Subrayando que Italia ya no es vista como un socio privilegiado en el eje franco-alemán.
Más noticias: