
La nueva información desvelada sobre Leire Díez, la fontanera de Ferraz, y un fiscal
La exmilitante del PSOE Leire Díez, actualmente es investigada por presuntos delitos de cohecho y tráfico de influencias
No fue un encuentro aislado. Leire Díez mantuvo más de un contacto con el fiscal Ignacio Stampa. Así lo revela El Independiente, que confirma una segunda comunicación entre ambos días después de la primera reunión polémica.
La cita inicial se produjo el 7 de mayo en las oficinas del empresario Luis del Rivero. Allí acudieron Díez, el empresario Javier Pérez Dolset y el propio Del Rivero, que actuó de intermediario.
Stampa pensaba que iba a encontrarse con Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE. En su lugar, se topó con un escenario inesperado.

Según denunció después el Ministerio Público, en esa reunión se pidió al fiscal información sensible de la Fiscalía y de funcionarios públicos. A cambio, se le habría ofrecido “ayuda gubernamental” en varios de sus litigios.
El propio Stampa dejó constancia de que percibió un posible intento de cohecho. Su intención era reunir pruebas y presentar una denuncia.
La reunión duró alrededor de una hora. Al comienzo, se acordó no grabar. Sin embargo, existe al menos un audio que prueba la desconfianza entre las partes.
Pero la historia no terminó allí. Según El Independiente, días más tarde hubo una llamada telefónica. La realizó Díez y está registrada en una dación de cuentas que Stampa remitió a su superior, la fiscal Almudena Lastra, el 27 de mayo.
Ese documento, previsto en el Estatuto del Ministerio Fiscal, permite a un fiscal informar a sus jefes de hechos relevantes. Stampa relató no solo la reunión inicial, sino también otros contactos posteriores. La llamada de Díez se convirtió así en una pieza clave para entender lo que se estaba fraguando.

El contexto añade más tensión. La polémica se disparó cuando El Confidencial difundió una grabación de otra reunión, en la que participaron Díez, Pérez Dolset y el abogado Jacobo Teijelo con un imputado del caso Hidrocarburos. Allí se habrían pedido datos sobre agentes de la Guardia Civil.
El caso salpicó de lleno a Díez. La exconcejal socialista se dio de baja del partido y defendió que todo formaba parte de un supuesto proyecto editorial. Alegó que preparaba un libro y que sus contactos eran entrevistas.
Stampa, por su parte, evitó comentarios sobre la llamada. Díez sí la confirmó, pero sostuvo que solo pretendía “refrescar información” de la primera cita. Negó haberse presentado como enviada de Cerdán, aunque fuentes jurídicas rebaten esa versión.
La investigación continúa en el Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid. La figura de Díez sigue bajo la lupa. Y el relato de Stampa, ahora fiscal de Crimen Organizado y Delincuencia Grave, se mantiene como un eje central de la causa.
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