
Las autoridades de Túnez desmienten un ataque a la Flotilla a Gaza
Desde el Gobierno tunecino apuntan a un incendio accidental provocado por la propia flotilla
La Flotilla, que pretendía zarpar hacia Gaza con el objetivo de romper el bloqueo israelí, ha vuelto a protagonizar un episodio bochornoso. Una de sus principales embarcaciones sufrió un incendio en el puerto tunecino de Sidi Bou Said.
Durante horas circularon versiones contradictorias en redes sociales. Activistas aseguraban que un dron, presuntamente israelí, había atacado el barco. Sin embargo, la Guardia Nacional tunecina desmintió de forma categórica esa hipótesis.

En un comunicado, las autoridades locales explicaron que el fuego se originó en los chalecos salvavidas de la embarcación. La causa fue “la explosión de un encendedor o una colilla”.
Con esa precisión, la Guardia Nacional quiso zanjar los rumores de un ataque extranjero. “No existe ningún acto hostil ni ataque externo”, remarcó la nota oficial.
La versión de los activistas, que responsabilizaban a Israel del supuesto ataque, quedó así desmentida. Las imágenes del barco en llamas habían alimentado las especulaciones en plataformas digitales. Sin embargo, la explicación de Túnez apunta a un accidente evitable, fruto de una imprudencia dentro de la propia nave.
El desmentido supone un nuevo golpe a la credibilidad de la flotilla. El proyecto, impulsado desde hace años con la intención de desafiar el bloqueo marítimo sobre Gaza, ha sido cuestionado en varias ocasiones por su falta de organización y sus constantes percances. Este episodio, ocurrido incluso antes de zarpar, vuelve a dejar en evidencia la fragilidad del plan.
La Guardia Nacional de Túnez insistió en que “esta noticia es completamente infundada” en relación a la supuesta acción de un dron. Además, llamó a los ciudadanos a informarse únicamente a través de fuentes oficiales y a “evitar los rumores”. El objetivo era frenar una ola de desinformación que comenzaba a propagarse en redes.

La polémica se suma al contexto de tensión internacional. El conflicto en Gaza mantiene a la región en un estado de máxima sensibilidad. Donde cualquier incidente se interpreta de inmediato como parte de la confrontación.
En este caso, las autoridades tunecinas han querido dejar claro que el incendio fue accidental y que no existe evidencia de alguna acción militar externa.
Para la flotilla, el episodio supone un revés significativo. La narrativa de un ataque israelí habría podido reforzar su causa política. Pero el desmentido oficial revela lo contrario: que un error interno, posiblemente una negligencia, es el responsable de la destrucción parcial de su embarcación.
El ridículo es mayúsculo. A la dificultad de organizar la travesía se suma ahora la pérdida de credibilidad. Los promotores de la flotilla deberán responder a las dudas de sus propios seguidores.
En definitiva, la flotilla a Gaza suma un nuevo tropiezo. Túnez descarta cualquier ataque. La realidad es que el incendio se debió a un descuido.
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