
La flotilla encabezada por Ada Colau y Greta Thunberg regresa a Barcelona por temporal
Poco ha durado la travesía que se dirigía a Gaza donde también estaba el concejal de ERC en Barcelona, Jordi Coronas
La Flotilla Global Summud tuvo que regresar este domingo por la noche al puerto de Barcelona. Había zarpado pocas horas antes, a las cuatro de la tarde, con rumbo a Gaza. El mal tiempo en el Mediterráneo obligó a interrumpir el trayecto.
Entre las embarcaciones que dieron media vuelta estaban las de la exalcaldesa Ada Colau y la activista climática Greta Thunberg. También regresó el barco en el que viajaba el concejal de Esquerra Republicana en Barcelona, Jordi Coronas. Todos ellos volvieron al puerto hacia las nueve de la noche.

Esta es la cuarta flotilla organizada en lo que va de año. Los tres intentos anteriores tampoco lograron superar el bloqueo israelí.
Algunos barcos fueron interceptados y otros obligados a desviarse. Pese a los fracasos, las iniciativas continúan y buscan sumar apoyos internacionales.
La expedición estaba compuesta por una veintena de embarcaciones. La iniciativa buscaba romper por mar el bloqueo impuesto por Israel en la Franja.
La decisión de regresar se tomó tras una reunión entre los integrantes de la flotilla. El fuerte viento y el oleaje hacían peligrosa la navegación. La prioridad fue garantizar la seguridad de los tripulantes y proteger la carga.

Este lunes a las diez de la mañana los capitanes se reunirán de nuevo. Analizarán la previsión meteorológica y decidirán si reanudan el trayecto por la tarde. No descartan esperar más tiempo si las condiciones siguen siendo adversas.
La misión es considerada por ellos la más importante hasta ahora. La Flotilla Summud pretende no solo entregar víveres y medicinas, sino también lanzar un mensaje político. Su objetivo es presionar a los estados europeos para que adopten una postura más dura frente a Israel y exijan el fin del bloqueo.
Entre ellos, centenares han fallecido de hambre en las últimas semanas. La falta de alimentos y medicinas agrava una situación ya crítica.
Los organizadores sostienen que la presión ciudadana y política es fundamental para forzar cambios en la política internacional hacia Israel. Subrayan que la ayuda humanitaria no puede quedar bloqueada indefinidamente.
La presencia de Ada Colau y Greta Thunberg dio proyección al viaje. Colau defendió antes de zarpar que “no se puede mirar hacia otro lado cuando un pueblo entero es castigado colectivamente”. Thunberg, por su parte, insistió en que “la justicia climática y la justicia social están unidas”.
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