
El feo gesto de Pedro Sánchez: vetó a Juanma Moreno y al alcalde de Sevilla de la cena
Moreno sí recibió una invitación por parte de Moncloa, pero se le indicó que ya no figuraba en la lista
Pedro Sánchez protagonizó este lunes un feo gesto institucional. El presidente del Gobierno vetó al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y al alcalde de Sevilla, José Luis Sanz. Lo hizo en la recepción oficial celebrada en el Palacio de las Dueñas.
Todo ello con motivo de la Cumbre de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo.
Ambos dirigentes populares, máximas autoridades regional y local, no estuvieron entre los cerca de 300 invitados que se congregaron en el emblemático palacio sevillano, propiedad de la Casa de Alba. Fuentes del Gobierno andaluz y del Ayuntamiento confirman que la exclusión fue decisión directa de Moncloa.

Según explican desde la Junta, Moreno recibió inicialmente una invitación. Pero cuando su equipo trató de confirmar asistencia, se le informó de que ya no figuraba en la lista.
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ni siquiera fue invitado. Un gesto llamativo teniendo en cuenta que la cena se celebró en su ciudad y en el marco de un evento internacional con decenas de jefes de Estado, empresas y organizaciones.
El contraste con la jornada anterior es evidente. En la recepción ofrecida por los Reyes en el Alcázar de Sevilla, más reducida y solemne, sí estuvieron presentes tanto Moreno como Sanz. La diferencia de trato entre los actos organizados por la Casa Real y los gestionados por Moncloa no ha pasado desapercibida.
La recepción de Sánchez fue, de hecho, más numerosa. Acudieron cerca de 300 personas. El presidente del Gobierno estuvo acompañado por su esposa, Begoña Gómez.

Ambos saludaron a los invitados en el patio principal del palacio antes de una breve actuación musical previa a la cena.
Pero no fue la única imagen controvertida del día. Tras conocerse la decisión del juez de enviar a prisión provisional a Santos Cerdán, Sánchez apareció tocado. El presidente se negó a hacerse la tradicional foto de familia con los líderes internacionales.
Testigos presentes en el acto aseguran que se le escuchó decir claramente "no" cuando se le planteó posar junto al resto de mandatarios. Un gesto que muchos interpretaron como reflejo del mal momento político que atraviesa tras el revés judicial a su entorno.
En Sevilla, sin embargo, lo que más ha molestado ha sido la exclusión de sus principales autoridades locales. Ni el presidente autonómico ni el alcalde de la ciudad han recibido explicaciones públicas. Y el desaire ha sido leído por algunos sectores como una falta de respeto institucional en plena celebración de una cumbre internacional.
La polémica ya está servida. Y todo, en un escenario que pretendía mostrar unidad, desarrollo y cooperación ante el mundo.
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