
Estos son los dispositivos clave que desmienten la versión de Cerdán de su voz
El juez ha dado veracidad a lo transcrito por la UCO y en la libertad con la que los interlocutores hablaban
El juez del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, no tiene dudas de que las grabaciones halladas en la casa de Koldo García son auténticas. No han sido manipuladas, ni editadas, ni sacadas de contexto. Y por eso, se han convertido en la prueba clave que mantiene a Santos Cerdán en prisión provisional.
La UCO de la Guardia Civil sigue analizando a fondo el material incautado. Se trata de tres iPhones y una grabadora Philips. En esos dispositivos se encontraron grabaciones de conversaciones comprometedoras entre 2018 y 2023.

Audios en los que se escucha a Cerdán, a Koldo y a José Luis Ábalos hablar de reparto de comisiones.
Cerdán intentó negar la mayor. Aseguró ante el juez que no recordaba esas charlas. Que las voces podían estar manipuladas.
Que el contexto era otro. Pero su relato se estrelló con el auto judicial y el juez ha cerrado filas con la UCO. Y descarta por completo cualquier manipulación.
“No se advierte elemento alguno” que permita pensar en una alteración de los audios, afirma el juez. Añade que no hay ni una sola razón sería para dudar de la integridad del material. Ni de quién lo grabó, ni de cómo lo conservó.
El juez considera que las conversaciones, por sí solas, justifican la implicación de Cerdán en los hechos. “No es habitual disponer de grabaciones tan explícitas entre los propios partícipes”, subraya Puente.
Y recuerda que no se trata de intervenciones judiciales. Estaban en la casa de Koldo y las grabó libremente, las guardó durante años.

Más aún: la baja calidad del sonido refuerza su autenticidad. Para el magistrado, eso demuestra que no hay edición artificial.
Ni inteligencia artificial, ni cortes sospechosos. Simplemente, charlas registradas en entornos reales. Donde nadie sabía que había un micrófono encendido.
Y hay más. Los agentes han cruzado los audios con otros indicios. Uno de ellos, titulado “Ferraz 74 2”, y coincide con el momento en que Koldo avisó a su mujer de que iría a Ferraz.
En ese archivo se escucha claramente a Cerdán, se le llama “Santi”. Y hay pruebas de que ese mismo día ambos tenían una cita pendiente.
El juez remata con un detalle: Koldo, pese a estar imputado, no ha negado nunca que las grabaciones sean suyas.
Se ha acogido a su derecho a no declarar. Pero nunca ha dicho que el contenido sea falso. Ni que lo haya creado otro.
En resumen: los audios existen, son verosímiles, están contextualizados y fueron grabados sin coacción. Todo lo contrario a lo que defiende Santos Cerdán.
Su versión, por ahora, no se sostiene y la UCO aún no ha terminado su trabajo. Quedan más archivos por analizar. Y más pruebas por atar.
La investigación avanza. Y la estrategia de negarlo todo, cada vez tiene menos recorrido.
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