
Este es el espía marroquí acorralado por la Justicia tras infiltrarse en Europa
Se trata de un marroquí de unos 63 años acusado de espiar para Rabat
Un nuevo caso de espionaje marroquí ha generado revuelo en Europa, esta vez en los Países Bajos, donde el tribunal de Rotterdam ha solicitado la comparecencia de Yassin Mansouri. Se trata del director de la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), el servicio secreto exterior de Marruecos.
La petición, sin precedentes, incluye también a tres altos cargos de la DGED. Este escándalo, que estalló hace dos años, ha escalado tras revelarse el pasado fin de semana en el diario neerlandés NRC Handelsblad.
Mansouri, de 63 años, es una figura clave en Marruecos, con una relación cercana al rey Mohamed VI, con quien estudió en el Colegio Real de Rabat. Es poco probable que acceda a presentarse en Rotterdam.
El caso centra su atención en Abderrahim El M., un neerlandés de origen marroquí de unos 60 años, acusado de espiar para Rabat. Este exanalista senior de la Coordinadora Nacional del Antiterrorismo y Seguridad (NCTV) tenía acceso a información clasificada sobre terrorismo y operaciones policiales.
Fue detenido el 26 de octubre de 2023 en el aeropuerto de Schiphol cuando intentaba viajar a Marruecos con 46 terabytes de material clasificado en soportes digitales encriptados. Un registro en su domicilio reveló 928 documentos secretos de dos agencias neerlandesas.

Abderrahim, que estudió filosofía en los Países Bajos y trabajó como traductor de árabe, niega ser un traidor, pero no ha presentado argumentos sólidos en su defensa. Su abogado, Bart Nooitgedagt, sostiene que es víctima de un complot.
En la investigación han declarado figuras relevantes, como Dick Schoof, actual primer ministro y exdirector de la NCTV, y su sucesor, Pieter-Jaap Aalbersberg. También está implicada una mujer policía de 37 años, en libertad provisional, que colaboró con Abderrahim y será juzgada pronto.
Los jueces sospechan que el acusado se reunió con cargos de la DGED en sus frecuentes viajes a Marruecos, lo que motivó la solicitud de comparecencia de Mansouri.
Este caso subraya la preocupación por las actividades de inteligencia marroquí en los Países Bajos, donde residen 420.000 marroquíes y 250.000 neerlandeses de origen marroquí.
El informe anual del servicio de inteligencia interior (AIVD) de 2024 destaca a Marruecos como una prioridad por su interés en la diáspora rifeña. Además, la Mocro-Mafia, un cartel de droga y blanqueo de capitales.
Este no es el primer caso. En 2008, un sargento de policía de origen marroquí fue condenado por espiar para la DGED. Lo que llevó a la expulsión de dos agentes marroquíes con cobertura diplomática.
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