
El duro trabajo de María Belén y el criticado salario en el centro donde fue asesinada
La trabajadora social que fue asesinada por dos menores cumplía ciertas funciones por un salario cuestionable
Las responsabilidades del personal en los pisos tutelados incluyen tareas de complejidad media, centradas en la supervisión de menores y el registro de incidencias durante el turno. También, la provisión de cuidados básicos y la protección de su integridad física y emocional.
El IV Convenio Colectivo Estatal de Reforma Juvenil y Protección de Menores, que regula los salarios y condiciones laborales de este sector, seguirá vigente hasta finales de 2025. Dicho acuerdo fue firmado exclusivamente por Comisiones Obreras (CCOO) a través de su Federación de Enseñanza.

Esto, con el respaldo unánime de las principales asociaciones del sector, como la Federación Española de Asociaciones del Tercer Sector y la Asociación Estatal de Organizaciones de Acciones e Intervención Social. También, la Asociación Andaluza de Entidades de Iniciativa Social y Acción Social.
Un puesto con alta responsabilidad y formación exigente
Cortés fue clasificada dentro del Grupo Profesional 2, que engloba a empleados encargados de tareas de complejidad media y con cierto nivel de autonomía. Este grupo profesional requiere una formación elevada, incluyendo títulos de ciclos formativos de grado superior, bachillerato, certificados de profesionalidad de nivel superior o experiencia demostrada en el sector.
Su labor consistía en la supervisión y atención de los menores, garantizando su bienestar y seguridad dentro del centro. Su trágico asesinato ha reavivado el debate sobre las condiciones laborales en los pisos tutelados. Y sobre todo, la necesidad de reforzar las medidas de seguridad para los profesionales que trabajan en estos entornos.
Las condiciones salariales de María Belén
María Belén Cortés, la trabajadora asesinada por dos menores en un piso tutelado de Badajoz, tenía formación en Magisterio y fue contratada a finales de 2022. Esto, por la empresa adjudicataria de estos centros como auxiliar técnico educativo.

Su salario estaba regulado por el IV Convenio Colectivo Estatal de Reforma Juvenil y Protección de Menores. En 2023, su sueldo base era de 999,87 euros brutos al mes, más un complemento de 166,33 euros, lo que sumaba un total anual de 16.326,80 euros brutos. En 2024, esta cifra aumentó ligeramente, con un sueldo base de 1.004,87 euros brutos mensuales y un complemento de 195,01 euros.
En enero de 2024, el convenio estatal estableció una subida salarial para los auxiliares técnicos educativos como Belén Cortés. La que pasó a percibir 1.009,87 euros brutos mensuales, además de un complemento específico de 229,04 euros. Lo que elevó su salario bruto a 1.238,91 euros al mes y 17.344,74 euros al año.
A sus 35 años y sin hijos, su salario neto anual rondaba los 15.000 euros, situándola en la franja más baja del espectro salarial y dentro del colectivo conocido como "mileuristas".
Sin embargo, Cortés solo llegó a cobrar dos nóminas con este incremento antes de ser asesinada en el piso tutelado donde trabajaba. Un suceso que ha puesto en el foco la precariedad y los riesgos que enfrentan los profesionales del sector.
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