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Calle urbana inundada por fuertes lluvias con varios coches parcialmente sumergidos y edificios a ambos lados
POLÍTICA

El constante cambio de previsiones de AEMET durante la DANA Alice desconcierta a las administraciones de la Comunidad Valenciana

El baile de alertas propició que los ayuntamientos y la Generalitat Valenciana tuvieran que cambiar protocolos

Los cambios constantes en los pronósticos y alertas de la AEMET durante la DANA Alice han generado desconcierto entre las administraciones de la Comunidad Valenciana. Desde el 8 de octubre, la región ha sufrido fuertes lluvias y trombas de agua que han puesto a prueba la capacidad de reacción de los ayuntamientos y del Gobierno autonómico.

El baile de avisos obligó a los municipios y a la Generalitat Valenciana a ajustar sus protocolos sobre la marcha. En muchas ocasiones, las lluvias ya habían comenzado cuando se emitieron nuevas alertas, dejando poco margen para actuar.

Este lunes, AEMET decretó la alerta roja en el litoral sur de la provincia de Valencia, centrando su aviso en la localidad de Gandía. El aviso llegó a las 12:47, cuando en la ciudad ya se habían producido inundaciones y los escolares estaban en los centros educativos.

Nubes oscuras de fondo con el texto AEMET en acción en el centro de la imagen

La Generalitat Valenciana envió un mensaje Es Alert a la población solo ocho minutos después. Más tarde, AEMET prolongó la alerta roja hasta la medianoche, lo que provocó un segundo envío del aviso a la población.

El Ayuntamiento de Gandía pidió calma mientras recogía a los niños en los colegios y recomendó evitar desplazamientos innecesarios. La ciudad, que había amanecido bajo alerta naranja, pasó de manera súbita al rojo, complicando la gestión del municipio.

Otros municipios afectados fueron Pilar de la Horadada, en Alicante, y Cullera, en Valencia. En ambos casos, las mayores precipitaciones ocurrieron cuando AEMET había rebajado la alerta. En Cullera, se recogieron 70 litros por metro cuadrado en cuestión de minutos, mientras que en Pilar de la Horadada se registraron hasta 150 litros.

Sorpresa ante la disparidad

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón (PP), y el alcalde de Cullera, Jordi Mayor (PSOE), expresaron su sorpresa. Todo por la disparidad entre los avisos y las precipitaciones reales.

AEMET justificó algunos de estos desajustes, señalando que ciertas tormentas no fueron detectadas previamente en los radares. Y que se avisó a la población tan pronto como se registraron.

Los cambios constantes han obligado a las administraciones a actuar contrarreloj. Su objetivo principal ha sido reducir la movilidad de la población, que aún recuerda la trágica DANA del 29 de octubre de 2024. La misma que causó 229 muertes y pérdidas económicas multimillonarias en la provincia de Valencia.

En Valencia capital, los avisos naranjas implican el cierre de parques, jardines y cementerios, así como la suspensión de clases en zonas inundables. Sin embargo, la decisión de suspender la actividad educativa, salvo en universidades, recae en los ayuntamientos, que quedan a merced de los cambios en las previsiones de AEMET.

Mientras tanto, Emergencias de la Generalitat Valenciana adapta sus alertas y comunicados según los pronósticos de AEMET. Esto ha provocado una proliferación de boletines en los últimos días, reflejando la variabilidad de los informes meteorológicos.

La experiencia de la DANA Alice evidencia la complejidad de gestionar episodios de lluvia extrema. La rapidez de los fenómenos meteorológicos y la frecuencia de los cambios en las previsiones ponen a prueba la coordinación entre AEMET, los ayuntamientos y la Generalitat Valenciana. 

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