Orden directa de Florentino Pérez, se acabó: toca pasar por su despacho
El presidente del Real Madrid no quiere problemas como los ya ocurridos con Rodrygo y Vinícius Júnior
Florentino Pérez ha dicho basta. No quiere más problemas como ya ha ocurrido con Rodrygo y Vinícius Júnior estos últimos meses. ¿La circunstancia? La persecución mediática que está teniendo el Real Madrid como, por ejemplo, con el asunto de la relación entre Vinícius-Kylian Mbappé.
Ahora, el Real Madrid ha dado un paso más. La mira está puesta, claramente, en Vinícius Júnior y la entrevista en la que el brasileño aseguraba que "España es un país racista". Más allá de este caso, Florentino Pérez ha tenido que ligar con otros como la entrevista de Rodrygo Goes con DAZN en la que dejaba abierto su futuro.
En ambas entrevistas pudimos ver como, sin lugar a duda, el mensaje estaba descontextualizado totalmente. Y ahora, pocos meses después de empezar una nueva temporada, Florentino Pérez quiere acabar con esto. No es la primera vez que se lleva a cabo una medida así: el Real Madrid es uno de los pocos equipos que no deja cámaras y micrófonos en su vestuario.
Florentino Pérez dice basta
Ahora, Florentino ha dicho basta y el Real Madrid ha implementado una nueva política en cuanto a las entrevistas de sus jugadores. A partir de ahora, cualquier entrevista que se realice a los futbolistas del primer equipo deberá ser aprobada previamente por el club. Este movimiento busca ejercer un mayor control sobre las declaraciones públicas de los jugadores y proteger la imagen del equipo, evitando posibles malentendidos o controversias que puedan surgir de sus palabras.
La decisión no es algo nuevo en el mundo del fútbol, ya que muchos clubes optan por gestionar cuidadosamente las declaraciones de sus jugadores. En el caso del Real Madrid, se entiende que, dado el enorme impacto mediático del club, es crucial mantener una línea de comunicación clara. Al asegurar que las entrevistas sean revisadas por el club, se minimizan los riesgos de comentarios que puedan generar polémica o distorsionar el mensaje oficial.
En este contexto, el Real Madrid busca proteger tanto a sus jugadores como al club de cualquier controversia innecesaria. Además, la política permite que el club mantenga su reputación como una de las instituciones deportivas más respetadas y cuidadosas con su imagen pública.
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