
La traición de la familia Windsor que el príncipe Harry jamás será capaz de perdonar
Harry, a punto de concretar una decisión que revela hasta qué límites está rota su relación con la familia de su padre
La relación entre el príncipe Harry y la familia Windsor está más fracturada que nunca. Desde su salida oficial en 2020, la distancia ha dejado de ser solo institucional y se ha vuelto personal. Más allá de sus críticas públicas, lo que más ha dolido a Harry parece ser la indiferencia emocional que, según él, ha recibido de su entorno más cercano.
Ha sentido un distanciamiento, especialmente de su padre, el rey Carlos III, y de su hermano, el príncipe Guillermo. Harry, alejado del protocolo y del afecto familiar, revela con hechos una herida que sigue abierta.

La decisión de Harry que lo dice todo
Según publicó Daily Mail, Harry llegó a considerar un gesto rotundo: abandonar el apellido Mountbatten-Windsor y adoptar el apellido de su madre, Diana. No fue un simple capricho, sino una manifestación simbólica de su ruptura.
La intención no prosperó, en parte por el consejo de su tío Charles. Sin embargo, el hecho de que Harry siquiera pensara en desligarse del apellido real ha puesto de manifiesto lo profundo de su herida emocional.
Para el duque de Sussex, el linaje paterno representa una institución que no protegió ni a su madre ni a él. En cambio, el apellido Spencer es, para él, un refugio emocional con el que siempre ha sentido mayor afinidad.

El dolor del príncipe Harry detrás del apellido Windsor
El apellido Mountbatten-Windsor se creó para unir los linajes de Isabel II y Felipe. Rechazarlo, como pensó Harry, sería rechazar ese símbolo de familia y pertenencia a la monarquía. Y al mismo tiempo, sería un grito de absoluta independencia de la monarquía.
Todo ocurre en un momento delicado, con Carlos III enfrentando un tratamiento médico contra el cáncer. Aun así, Harry se ha mantenido distante. No ha habido encuentros íntimos ni gestos de reconciliación, solo silencio.
Las cicatrices abiertas por el documental de Netflix, el libro Spare y sus múltiples entrevistas aún pesan. Y la reacción del entorno Windsor sigue siendo el hermetismo.

Una ruptura que va más allá de los títulos
Mientras Guillermo continúa ejerciendo su papel como heredero, Harry levanta nuevos muros. Su vida en Estados Unidos con Meghan y sus hijos, es tan distinta como lejana a su pasado. Sus viajes al Reino Unido son esporádicos, discretos y sin acercamientos reales a su familia.
La posibilidad de un reencuentro emocional parece cada vez más remota. Y Harry ya no necesita cambiar su apellido para marcar distancia, su actitud, su historia y su silencio lo han dicho todo. Pareciera que, hasta ahora, para él, ya no hay vuelta atrás.
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