
Sale a la luz el gesto de Felipe VI con el Papa León XIV del que todo el mundo habla
La significativa interacción entre el rey y el nuevo pontífice durante la misa de inicio del Pontificado cautiva a todos
La misa de inicio del Pontificado del Papa León XIV ha dejado una imagen de la que todo el mundo habla: el gesto de Felipe VI con el nuevo pontífice. El rey de España no solo estrechó la mano del Santo Padre con solemnidad, sino que, mostró una actitud que no había mostrado antes durante un saludo protocolario.
Este momento del rey Felipe y la reina Letizia en San Pedro, se ha convertido en una de las estampas más comentadas del día. ¿Qué ha significado realmente este gesto? ¿Qué mensaje hay detrás de esta breve, pero intensa interacción entre el monarca español y el Papa León XIV?

Los reyes Felipe VI y Letizia, presentes en la misa de inicio del Pontificado del Papa León XIV
El Vaticano ha sido testigo de uno de los actos más solemnes que hay en la Iglesia Católica: la misa de inicio del Pontificado del Papa León XIV. A esta celebración acudieron representantes de más de 150 delegaciones internacionales, entre ellas la española, encabezada por el rey Felipe VI y la reina Letizia.
El evento ha tenido lugar esta misma mañana en la plaza de San Pedro, en Roma, donde la pareja real llegó minutos antes de que comenzaran las letanías. Desde allí, se inició la procesión encabezada por el nuevo Papa y acompañada por cardenales y patriarcas orientales.

El momento más destacado de la jornada no ha sido el desarrollo litúrgico ni los discursos oficiales, sino un detalle humano, espontáneo y profundamente simbólico. Se trata del gesto del Rey Felipe VI durante su saludo al nuevo Pontífice.
El gesto de Felipe VI con el Papa León XIV del que todo el mundo habla durante su saludo
Tras finalizar la ceremonia, Felipe y Letizia fueron recibidos por el Papa en el interior de la basílica vaticana. Cuando llegó el turno de la delegación española, los observadores notaron algo particular en la interacción entre el monarca y el Papa. Felipe VI estrechó la mano del Santo Padre con notable cordialidad, realizando simultáneamente una respetuosa inclinación con la cabeza.
Mientras el rey estrechaba la mano del Pontífice con firmeza, también se pudo ver cómo su mano izquierda tocaba ligeramente el brazo del Papa. Aunque, lo que verdaderamente llamó la atención fue que, durante la conversación, el rey se llevó varias veces la mano al corazón. Este gesto universal es interpretado como una muestra de sinceridad y profundo respeto.
Los expertos han destacado la significativa inclinación que realizó Felipe, ligeramente más pronunciada que la habitual en estos encuentros. Esta deferencia especial refleja no solo el respeto institucional hacia la figura del Papa como líder espiritual, sino también un reconocimiento hacia León XIV en su reciente nombramiento.
El lenguaje corporal del monarca español resultó especialmente revelador. Felipe VI mantuvo en todo momento una postura erguida, pero relajada, con los hombros hacia atrás, proyectando confianza y respeto simultáneamente. Además, sus cejas ligeramente levantadas durante la conversación sugirieron un genuino interés por las palabras del pontífice.
La actitud de la reina Letizia durante el saludo al Papa León XIV
Por su parte, la reina Letizia también mostró una actitud impecable durante el encuentro, aunque con matices diferenciados respecto a la interacción de su marido. Doña Letizia realizó una inclinación más sutil, acorde con las diferencias protocolarias que suelen aplicarse según el género en este tipo de encuentros diplomáticos con altos representantes religiosos.
La monarca española mantuvo en todo momento una expresión serena y compuesta, alternando con discretas sonrisas que reflejaban cordialidad sin restar solemnidad al momento. Su postura, caracterizada por la elegancia y la apertura, transmitió respeto y atención hacia el nuevo pontífice.
Un detalle notable fue la colocación de sus manos, que permanecieron juntas o ligeramente a los lados, en una postura que los expertos interpretan como receptiva y respetuosa. En ciertos momentos, su mano derecha pareció establecer un sutil contacto con la de Felipe, en lo que podría interpretarse como un gesto de apoyo ante la importancia del momento diplomático.
En definitiva, el gesto de Felipe VI con el Papa León XIV ha trascendido lo protocolario para convertirse en un símbolo de respeto y cercanía. En una ceremonia llena de solemnidad, una breve, pero intensa interacción entre el rey y el nuevo pontífice ha capturado la atención mundial. ¿Estamos ante el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre España y la Iglesia bajo el liderazgo de León XIV?
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