
La princesa Amalia da el paso que todos esperaban junto a su madre, la reina Máxima
La princesa vive un momento decisivo esta semana al acompañar a la reina en un viaje institucional a Estados Unidos
La princesa Amalia de los Países Bajos ha dado un paso inesperado que la acerca a su futuro como reina. La heredera se ha mostrado este lunes en un escenario internacional junto a su madre, la reina Máxima, en un viaje marcado por la diplomacia y la responsabilidad. Aunque la cita puede parecer una más en la agenda oficial, esconde un detalle trascendental en la formación de la princesa de Orange.
Este movimiento llega en una semana clave para la familia real neerlandesa, con una agenda cargada de compromisos y encuentros de gran calado. Amalia, con tan solo 21 años, ha decidido dar un paso al frente en su preparación. ¿Cuál ha sido ese momento exacto que confirma su madurez institucional?

La princesa Amalia da un gran paso clave institucional junto a la reina Máxima
El 30 de abril de 2013, Guillermo de los Países Bajos se convirtió en rey, y su hija mayor, con 9 años, pasó a ser heredera al trono. Años después, ella misma reconoció que aquel día fue un punto de inflexión. "Fue un gran empujón para empezar a ver mi destino como un honor, en lugar de como una carga", confesó.
Desde entonces, la princesa Amalia no ha dejado de asumir pequeñas responsabilidades que anticipaban lo que estaba por llegar. Discursos en fechas señaladas, apariciones en actos nacionales y una preparación académica exigente la han ido situando en el centro de la vida institucional. Todo ese recorrido parece haber encontrado ahora un nuevo nivel en su viaje a Estados Unidos.
Amalia ha querido aprender de la reina Máxima, un referente en la diplomacia financiera y social. Y lo ha hecho en un entorno de máxima exigencia, donde las miradas internacionales están puestas en cada gesto. El viaje ha sido planteado como un aprendizaje, pero también como una declaración de intenciones: la heredera está lista para asumir un papel activo.
El hecho principal se ha producido este lunes en Washington, donde la princesa Amalia acompañó a la reina Máxima a la inauguración de la 80ª Asamblea General de la ONU. Por primera vez, la heredera neerlandesa formó parte de una misión internacional de alto nivel, compartiendo espacio con líderes y representantes de organismos multilaterales.
La joven princesa no solo estuvo presente, sino que también participó activamente en reuniones bilaterales, tomando notas y mostrando interés en cada conversación. Con una carpeta en la mano, Amalia siguió los encuentros de su madre con la Junta Directiva del Banco Interamericano de Desarrollo y con los responsables de la Corporación Financiera Internacional. Era la imagen de una futura reina en pleno proceso de aprendizaje.
La reina Máxima, que desde hace un año se centra en la salud financiera, quiso introducir a su hija en esa labor. Tal como explicó a ¡HOLA!, "tenemos que examinar con gran atención cómo se pueden desarrollar los servicios financieros de tal manera que beneficien directamente la salud financiera de las personas". En esta nueva etapa, Amalia se ha convertido en testigo privilegiado del papel de su madre como Asesora Especial del Secretario General de la ONU.
Nueva York será la siguiente parada, una ciudad cargada de recuerdos personales. Allí, Máxima vivió y trabajó en banca antes de convertirse en reina, y ahora podrá mostrar a Amalia ese escenario que marcó su juventud. Para ambas, será un punto de encuentro entre el pasado, el presente y el futuro de la monarquía neerlandesa.
Una preparación intensa para la princesa Amalia, entre estudios, viajes y formación militar
La visita a Estados Unidos coincide con un momento exigente en la vida de la princesa. Tras recuperarse de una operación en el brazo por una caída a caballo, Amalia se enfrenta a un curso lleno de retos. En pocos días viajará a Luxemburgo para asistir a la abdicación del Duque Enrique y la entronización del príncipe Guillermo, un acto donde coincidirá con otras herederas como Elisabeth de Bélgica.
Además, continúa su formación en Derecho neerlandés en la Universidad de Ámsterdam y se ha incorporado al programa Defensity College. Este curso, de dos años, prepara a los estudiantes para convertirse en reservistas militares, un aprendizaje que combina la vida universitaria con la disciplina castrense. La combinación de estudios académicos, formación militar y actos internacionales marca un camino claro hacia la corona.

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