Kate Middleton y Guillermo, salpicados por otra deslealtad: en su propia casa
La infidelidad histórica en Adelaide Cottage vuelve a generar polémica para Kate Middleton y el príncipe Guillermo
Kate Middleton y el príncipe Guillermo vuelven a ser centro de atención. Esta vez, no por algo que hayan hecho, sino por un escándalo del pasado que ha resurgido. Actualmente, están viviendo en Adelaide Cottage desde el año 2022.
Se trata de una casa situada en Windsor y que no tiene hueco para el personal en su interior. Es una de las propiedades más pequeñas de la Corona Británica.
Aunque esto será por poco tiempo, ya que pronto se mudarán a Anmer Hall. Una enorme vivienda ubicada en Norfolk donde suelen pasar sus vacaciones.
Antes de la mudanza, los medios ingleses han sacado a la luz unos acontecimientos que ocurrieron en Adelaide Cottage hace ya varias décadas. Se trata de la historia de un amor prohibido.
La anécdota del romance vivido en Adelaide Cottage
Daily Mail ha sido el encargado de rememorar esta historia en las que hay deslealtades, desamores y rupturas.
A finales de los 40 y principio de los 50, la princesa Margarita, hermana menor de Isabel II, se enamoró del capitán Peter Townsend. Este era un héroe de guerra y asesor de la familia real.
El noviazgo entre ellos comenzó en 1947, pese a que él seguía casado. De hecho, no fue hasta seis años después cuando se divorció de su mujer.
Estaba divorciado, lo que complicaba su relación con Margarita. La sociedad y la Iglesia de Inglaterra veían con malos ojos los matrimonios con personas divorciadas.
A pesar de los obstáculos, Margarita y Townsend estaban decididos a casarse. Sin embargo, la presión de la Iglesia y las obligaciones de Margarita hacia la familia real pesaron más.
En 1955, Margarita comunicó las razones por las que no se casaría con él: "Me gustaría hacer saber que he decidido no casarme con el capitán Peter Townsend. He sido consciente de que, sujeto a mi renuncia a mis derechos de sucesión, podría haber sido posible para mí contraer un matrimonio civil", escribió.
"Pero consciente de las enseñanzas de la Iglesia de que el matrimonio cristiano es indisoluble, y consciente de mi deber con la comunidad, he decidido poner estas consideraciones antes que otras", añadió después.
Esta declaración pública fue un acto de lealtad hacia su familia y la Iglesia, pero también un sacrificio personal significativo. Fue una decisión que marcó un punto de inflexión en la vida de Margarita, dejando una huella imborrable en la historia de la familia real.
Esta revelación ha vuelto a reabrir uno de los temas más candentes de la Corona Británica en aquel entonces. La carta de Margarita y su decisión de no casarse con Townsend siguen siendo un testimonio de las dificultades que enfrentan los miembros de la familia real en sus vidas personales.
Los medios de comunicación continúan explorando esta historia, buscando paralelismos y contrastes con la vida de los duques de Cambridge. Aunque los tiempos han cambiado, las expectativas y presiones sobre la familia real siguen siendo intensas.
Kate Middleton y el príncipe Guillermo se han enfrentado su propia cuota de rumores y escándalos a lo largo de los años. Aunque la historia de Margarita y Townsend ocurrió hace décadas, su legado aún resuena en la residencia real.
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