El rey Felipe VI pierde a su primo, el pintor Juan Gómez-Acebo, a los 54 años
La familia Gómez-Acebo vuelve a vestirse de luto después de la triste muerte de Fernando, primo del rey Felipe
La familia Gómez-Acebo enfrenta momentos de profundo dolor tras el fallecimiento de Juan Gómez-Acebo, primo del rey Felipe VI. A sus 54 años, Juan perdió la batalla contra un cáncer que lo aquejaba desde hace tiempo. El trágico desenlace tuvo lugar en Palma de Mallorca, donde Juan, rodeado de su familia, afrontó sus últimos días con serenidad.
La noticia de su muerte ha causado consternación, sobre todo porque se produce apenas unos meses después del fallecimiento de su hermano menor, Fernando Gómez-Acebo. El entierro de Juan se celebrará este jueves en Madrid, donde familiares y amigos podrán darle su último adiós. La familia, profundamente afectada por esta nueva pérdida, ha pedido respeto en estos momentos tan difíciles.
Juan Gómez-Acebo fue el segundo de los cinco hijos de los Duques de Badajoz y siempre mantuvo un perfil bajo. Aunque su vida estuvo marcada por su vínculo con la realeza, Juan optó por un camino propio, alejado del foco mediático, dedicándose al arte.
La formidable historia de Juan Gómez-Acebo
Nacido el 17 de diciembre de 1969, Juan Gómez-Acebo siempre tuvo una inclinación por las bellas artes. Tras finalizar sus estudios en el Runnymede College de Madrid, decidió profundizar en su amor por el arte y se matriculó en la Universidad Rollins de Orlando, donde se licenció en Bellas Artes. Esta formación le permitió desarrollar un estilo propio que le abrió las puertas a varias exposiciones tanto en España como en el extranjero.
Sus obras, que reflejan una profunda sensibilidad, han sido expuestas en la Biblioteca Nacional de España, la Fundación Arauco, y en otros países como Luxemburgo y Portugal. En sus pinturas, Juan exploraba temas diversos, desde la figura materna hasta el amor de pareja, pasando por la naturaleza y el mundo animal. A través de su cuenta de Instagram compartía regularmente sus creaciones, que despertaban la admiración de sus seguidores y dejaban entrever el alma de un verdadero artista.
La infanta Pilar, su madre, solía destacar el talento de su hijo, asegurando que no solo era el más artista, sino que quizás era el único verdadero artista en su linaje. Este reconocimiento no solo subraya su habilidad con el pincel, sino también su dedicación y amor por el arte, una pasión que sin duda lo definió.
El lado más familiar de Juan Gómez-Acebo
Juan también tuvo un legado personal en su vida familiar. Fue padre de un hijo, Nicolás, fruto de su relación con Winston Holmes Carney, con quien contrajo matrimonio en el consulado español de Miami.
Sin embargo, su historia de amor no tuvo un final feliz, y tras cinco años de matrimonio, la pareja decidió separarse en 2019. Pese a este revés personal, Juan encontró de nuevo el amor en Teresa Véret, una arquitecta con quien compartió los últimos años de su vida. Juntos vivían en Miami, y su relación se hizo pública durante el funeral de su hermano Fernando, donde Teresa fue presentada oficialmente como su pareja.
La vida de Juan Gómez-Acebo, aunque discreta, estuvo llena de pasión por el arte y de momentos difíciles, marcados por la enfermedad que finalmente acabó con su vida. Su muerte deja un vacío en su familia y en el mundo del arte, donde su sensibilidad y talento eran reconocidos y apreciados. Su legado artístico perdurará en las obras que dejó, y su memoria vivirá en quienes lo conocieron y admiraron.
Con la partida de Juan, la familia Gómez-Acebo enfrenta otra dolorosa pérdida, que se suma al reciente fallecimiento de Fernando, su hermano menor. Estos duros momentos ponen de manifiesto la fragilidad de la vida y la importancia de apreciar cada instante junto a los seres queridos.
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