Así pierde Ortega Cano los estribos cuando se le pregunta por sus supuestas deudas
El extorero ha explotado ante los medios, dando un manotazo y cerrando la puerta del coche de golpe
José Ortega Cano no puede más. Este miércoles fue visto en las cercanías de su residencia. Allí, los medios de comunicación se congregaron para abordar algunos temas sobre sus asuntos personales más recientes.
Ana María Aldón, la exmujer del extorero, anunció hace unos días que tomaría medidas legales contra él. Esto se debía a que, según ella, no cumplía sus obligaciones relativas a la manutención de su hijo que tienen en común. Esta situación hizo que todos pensaran que el hombre podría tener posibles problemas económicos.
Hoy, la revista Lecturas informó sobre la delicada situación financiera del torero. Ha indicado que en los últimos tres años habría recibido hasta tres notificaciones de embargo de su residencia en las afueras de Madrid. Esto es debido a deudas impagadas que superarían los 100.000 euros.
Los medios han acudido a las afueras de su casa y el hombre no ha reaccionado de la mejor manera. En el momento en el que se le ha preguntado al respecto y sobre cómo se encuentra, ha decidido mantener el silencio. Sin embargo, ese estado de supuesta calma no ha durado mucho.
En el momento en el que se ha acercado al coche para subirse, el extorero ha explotado, gritando al reportero que le ha preguntado. "Idos a tomar por culo, hombre", ha gritado el hombre. Momentos después, ha soltado un manotazo al micrófono y, visiblemente molesto, ha cerrado la puerta del vehículo de un portazo.
En el año 2021, la primera notificación de embargo fue por una deuda de 53.000 euros con el Ayuntamiento de Fuente del Fresno. La segunda, en 2023, ascendió a 62.000 euros y estaba relacionada con deudas derivadas de festejos taurinos.
Respecto al tercer embargo, este estaría vinculado a una deuda contraída por un tercero. En esta, el padre de Gloria Camila habría actuado como aval en algún préstamo.
Pocas horas después de que salieran a la luz sus dificultades financieras, el viudo de Rocío Jurado respondió de manera lacónica a las preguntas. Lo hizo con un "no sé de qué me está hablando" ante la posibilidad de embargo de su residencia, sin abordar directamente la información divulgada por la revista.
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