Todo lo que no deberías hacer estando de baja: te puede costar un disgusto

La baja laboral impide a un trabajador desempeñar sus tareas laborales habituales. Ya sea por un accidente, una enfermedad u otros motivos, la persona afectada ve reducidas sus capacidades de forma temporal. Sin embargo, suelen surgir muchas preguntas sobre lo que se puede hacer mientras dura esta situación.

La regulación no arroja demasiadas certezas, y las posibilidades de realizar según qué actividades están ligadas al tipo de incapacidad. Las consecuencias en función de si la baja laboral es por cuestiones físicas o mentales son diferentes, así que cada persona conoce sus propios límites.

¿Qué puede hacer una persona que está de baja laboral?

Como decíamos, no hay un criterio unificado ni una normativa muy rígida en cuanto a lo que se puede hacer y lo que no. En todo caso, hay gabinetes de abogados que dan consejos sobre las acciones que hay que evitar para acelerar en la recuperación.

Por ejemplo, si la baja está relacionada con una lesión o enfermedad, hay que evitar el deporte y es importante guardar reposo. En cambio, si la incapacidad temporal es psicológica, los expertos recomiendan salir a la calle para desconectar y airearse. 

Hay que evitar actividades que supongan un gran esfuerzo o impliquen un cansancio importante, como los conciertos o festivales de música. Una medida lógica, ya que si no estás en condiciones de ir a trabajar, tampoco lo estás para cantar y bailar. Como en el caso anterior, hay excepciones, y a las personas con depresión o ansiedad les puede venir bien acudir a estos espacios.

Actividades cotidianas como ir al supermercado o salir a pasear están permitidas si la dolencia no lo impide. Viajar, por ejemplo, no está prohibido, pero los riesgos son elevados y se recomienda tener autorización médica.

¿Qué sucede si una persona de baja incumple las normas?

La Ley General de la Seguridad Social es clara en este aspecto. El artículo 175 recoge que el derecho a percibir el subsidio por incapacidad temporal puede anularse, denegarse o suspenderse. Esto sucederá si el beneficiario ha actuado de forma fraudulenta para obtener la prestación o si trabaja por cuenta propia o ajena. 

El derecho al subsidio también puede suspenderse si la persona de baja rechaza o abandona el tratamiento indicado sin causas razonables. Asimismo, la empresa puede imponer multas de hasta 3.000 euros o incluso despedir al trabajador por motivos disciplinarios si trabaja para otra compañía estando de baja.

En resumen, es fundamental seguir las recomendaciones y ser prudente durante una baja laboral. Pasarse de la raya puede acarrear castigos importantes, así que lo mejor es actuar con cautela y sensatez y no asumir riesgos innecesarios.