El último comunicado de Vodafone y Movistar hace explotar a sus clientes
Muchos usuarios contemplan la posibilidad de irse a otras compañías tras conocer que encarecerán sus facturas
Este inicio de año trae consigo importantes cambios en las tarifas de telecomunicaciones. Dos de las principales compañías en España, Movistar y Vodafone, anunciaban hace unas semanas incrementos en sus precios.
Estos cambios afectan tanto a sus tarifas de móvil como a las de Internet y televisión. Y los aumentos van desde los 2 hasta los 5 euros, dependiendo del tipo de servicio contratado.
Esto podría desencadenar una fuga de clientes. Los clientes no tienen inconveniente en buscar otras opciones en el mercado para evitar estos aumentos en sus facturas mensuales.
Movistar y Vodafone se preparan para lo que está por llegar
Las operadoras Movistar y Vodafone han decidido ajustar sus tarifas en este comienzo de 2024. Se trata de una práctica que se repite cada año en muchas compañías del sector.
Ante estos cambios, muchos clientes podrían considerar la opción de cambiar de operador. Por lo general, el aumento de precios no suele ser bien recibido por los usuarios. La legislación permite que los usuarios de telecomunicaciones se den de baja de sus contratos sin coste alguno si la compañía cambia sus tarifas unilateralmente.
Es decir, si Movistar o Vodafone deciden aumentar sus precios, los clientes tienen el derecho de rescindir su contrato sin pagar ninguna penalización. Si eres cliente de estos operadores y has recibido una notificación sobre una actualización, debes saber que tienes un mes para tomar una decisión.
Este aviso suele llegar a través de la factura mensual o por otros canales oficiales. En este plazo de un mes, el cliente puede rescindir el contrato con la compañía. Y no estará obligado a seguir pagando las nuevas tarifas más altas.
Las cláusulas de subida automática de precios
Sin embargo, no todo es tan sencillo. En los últimos años, las principales operadoras han tratado de cubrirse las espaldas en este sentido. Empezaron a incluir cláusulas en sus contratos que permiten aumentar los precios según el Índice de Precios al Consumo (IPC).
Esta cláusula deja claro que las tarifas podrán subir cada año en función de la inflación. Lo que puede significar un aumento automático en la factura, generalmente pequeño, pero constante.
Estas cláusulas hacen que los usuarios sepan con antelación cuánto podría aumentar su tarifa al año siguiente. Pero también limitan su capacidad de rescindir el contrato sin penalización. De hecho, si el aumento está justificado por el IPC, el cliente no podrá cancelar su contrato sin coste alguno, aunque no esté conforme con el nuevo precio.
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