Así reconocieron al asesino de Mocejón con un desgarrador apodo
Una vez perpetrado el crimen llevaba su cara al descubierto y caminando hasta la casa de su abuela
Los pequeños amigos de Mateo fueron cruciales para la Guardia Civil. Esos mismos reconocieron al asesino de Mocejón en la imagen de una cámara, pero no sabían quién era.
Tal y como cuenta el diario ABC, un testigo contó a los agentes: "Puede ser el hijo de Fernando, el loco".
Esa declaración fue clave. Pero también la imagen captada por la cámara de seguridad de una vivienda muy próxima al polideportivo Ángel Tardío.
En la cámara se reconoce a Juan Francisco huyendo de la zona. Todo después de atravesar la misma valla rota por la que entró, pero ya no iba con el rostro tapado.
Al menos tres de esos niños y otro grupo de chavales adolescentes vieron al asesino. Aseguraron que no les dirigió la palabra, pero llevaba parte de la cara tapada con un pañuelo.
La imagen no es clara del todo, pero lo suficiente. Lo necesario como para que los dos grupos reconocieran las ropas y el aspecto cuando les enseñaron la grabación.
Lo cierto es que ninguno sabía quién era. El asesino confeso va al pueblo a pasar temporadas con su padre y su abuela.
Sin embargo, alguien de Mocejón apuntó la posibilidad: "Puede ser el hijo de Fernando, el loco". Así lo contaba el diario ABC.
Confesión del crimen
Esta brutal confesión se produjo en el salón de la casa. Su padre, delante, fue testigo del reconocimiento de los hechos en parte. Fue de forma balbuceante, pero muy tranquilo y medio ausente.
Narraba que mató al niño, al que no conocía de nada, pero añadió que no fue él:
"Yo no fui. Lo hizo mi otro yo".
Al saber que una cámara lo había grabado y tenían su imagen, aseguró:
"Es que me han copiado la cara". En teoría usó un cuchillo y se deshizo de él en la acequia más cercana al lugar del crimen.
Los agentes encontraron en el registro de la vivienda varias prendas de ropa. Las que llevaba el presunto autor cuando cometió el crimen, entre ellas la camiseta recogida por la cámara de seguridad. Son indicios clave que señalan la autoría y que ya analiza Criminalística.
Tras la dura confesión, el padre le recordaba que no tenía por qué hablar si no quería. Además indicó que su hijo sufre una severa discapacidad intelectual del 70 por ciento.
Diagnosticada y que consta en informes médicos y de servicios sociales. Juan Francisco vive en Alcorcón, Madrid, con su madre y su hermano. También contó que asiste a un centro de día adecuado a sus características.
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