Así fue la fuga de un preso que está siendo buscado por la Guardia Civil en Málaga

La Guardia Civil ha desplegado un operativo de búsqueda para localizar a un preso que se fugó el pasado Domingo de Resurrección tras ser atendido en el Hospital Clínico de Málaga. El recluso, un ciudadano francés de aproximadamente 45 años, había ingresado en la cárcel de Alhaurín de la Torre el Jueves Santo. Y este fue trasladado al centro médico después de confesar que se había tragado un teléfono móvil en miniatura, según informan fuentes del cuerpo armado y medios locales.

Los hechos se desencadenaron cuando el interno, aquejado de dolores, alertó a los servicios médicos de la prisión sobre la ingesta del dispositivo. El que no había sido detectado durante los controles de seguridad al ingresar.

A pesar de ser trasladado al hospital bajo custodia de la Guardia Civil y con grilletes, el preso logró escapar a la carrera. Esto, tras recibir atención médica, eludiendo a los agentes que lo escoltaban.

La investigación apunta a que el móvil, de tamaño reducido, fue introducido en el cuerpo del recluso antes de su ingreso en prisión. Ya que los cacheos habituales no incluyen exploraciones con rayos X.

Este incidente pone de relieve el problema recurrente del tráfico de teléfonos en las cárceles malagueñas, donde en 2024 se incautaron 161 dispositivos. Esto, según datos de Acaip-UGT. Estos móviles, que pueden costar hasta 300 euros en el mercado penitenciario, son difíciles de detectar debido a su bajo contenido metálico.

La fuga ha generado preocupación sobre las medidas de seguridad en los traslados médicos de internos. La Guardia Civil continúa las labores de búsqueda, aunque no se han revelado más detalles sobre la identidad  del fugado ni las circunstancias exactas de su huida.

Este caso se suma a otros intentos de fuga registrados en la prisión de Alhaurín de la Torre. Así como el de dos reclusos que en septiembre de 2024 trataron de saltar un muro perimetral, frustrado por la rápida actuación de los funcionarios.

La cárcel de Alhaurín, una de las más conocidas de España por casos como la Operación Malaya, enfrenta retos constantes en materia de seguridad. Esto, incluyendo la introducción de objetos prohibidos mediante drones y la falta de personal denunciada por sindicatos como Tu Abandono Me Puede Matar.

Las autoridades piden colaboración ciudadana para localizar al fugado y reforzarán los protocolos de custodia en traslados médicos para evitar incidentes similares en el futuro.