
Adiós a las natillas: estas son las 3 peores marcas del supermercado, según la OCU
Tras evaluar 33 productos, la OCU concluye que conviene evitar algunas natillas presentes en los supermercados
En la lista de postres clásicos que muchos tenemos en la nevera, las natillas ocupan un lugar privilegiado. Fáciles de encontrar, con un sabor dulce y una textura suave, son el capricho de pequeños y mayores. Pero la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto en entredicho la calidad de varias de estas versiones disponibles en los supermercados.
El estudio ha generado revuelo entre los consumidores habituales del producto. Tras analizar 33 tipos de natillas, la OCU ha lanzado una advertencia directa: algunas de las opciones más comunes sería mejor dejarlas en la estantería. Y es que el informe ha sacado los colores a algunas marcas de renombre.

Las 3 peores marcas de natillas, según la OCU
Según el análisis de la OCU, los resultados han sido claros. Algunas de las natillas más vendidas han obtenido puntuaciones muy por debajo de lo esperado. En el caso de Carrefour, sus natillas de vainilla han sido duramente criticadas por su composición desequilibrada y su falta de calidad en los ingredientes.
El sabor, el etiquetado, la cantidad de aditivos y la proporción de azúcar y grasas han sido factores clave en la evaluación. En el caso de Kaiku, sus natillas de chocolate han decepcionado al presentar un perfil nutricional desequilibrado y un uso excesivo de aditivos. La OCU considera que estas características las hacen poco adecuadas para un consumo frecuente.
Por su parte, Lidl tampoco se libra del suspenso. Su línea Milbona, en la versión de natillas con galleta, ha sido incluida entre las peores valoradas. La calidad del producto se considera insuficiente tanto por sus componentes como por su sabor artificial.

Las conclusiones de la OCU no dejan lugar a dudas. Estas tres marcas han sido señaladas por su baja puntuación global, especialmente por su escasa calidad nutricional. En tiempos donde cada vez más consumidores revisan lo que comen, el informe actúa como un toque de atención para revisar etiquetas y elegir con criterio.
En concreto, la falta de leche fresca, el uso de almidones como espesantes y la presencia de colorantes y aromas artificiales han penalizado fuertemente a los productos. Todo ello ha influido en que la OCU desaconseje su compra, sobre todo cuando hay alternativas más equilibradas y mejor valoradas.
Los expertos de la organización insisten en que el sabor no debe ser el único criterio a la hora de llenar el carrito. Y menos aún cuando se trata de postres que suelen formar parte de la merienda infantil o del final de la comida diaria. La calidad también importa, y en este caso, brilla por su ausencia.
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