
Zamora dice basta ante el nuevo desplante del ministerio de Óscar Puente
Personalidades célebres también se han pronunciado tras la supresión de paradas del AVE
La decisión de Renfe de suprimir dos paradas del AVE en la estación de Otero ha provocado una gran indignación en Sanabria.
Los vecinos, entre ellos trabajadores, personas mayores y pacientes, han visto cómo su rutina diaria se complica. Pero el malestar no se queda solo en la comarca. Se extiende por toda la provincia de Zamora.
Hace dos semanas, la estación fue el escenario de una protesta masiva.
Este domingo, otra concentración llenó las calles de la capital zamorana. La respuesta ha sido unánime. Todos los partidos, sin distinción política, han mostrado su rechazo.
Sanabria arrastra un problema de fondo: forma parte de la España Vaciada. Sus habitantes lo saben y no se resignan. Están pidiendo ayuda fuera, buscando visibilidad para frenar lo que consideran un atropello.

¿El motivo de Renfe? Ahorrar tiempo a los pasajeros que van a Vigo. Pero apenas se ganan cuatro minutos. Y ese pequeño ahorro se traduce en unos quince minutos en total durante todo el trayecto entre Madrid y la ciudad que gobierna Abel Caballero.
La medida no ha pasado desapercibida, muchos rostros conocidos han alzado la voz, escritores, actores, presentadores... Gente de la cultura y la televisión se han unido a la causa.
Javier Sierra, Loreto Valverde, Pepón Nieto, Amparo Muñoz, Juan Echanove o Irma Soriano, entre otros, han mostrado su apoyo.
Sanabria está herida. Sus infraestructuras llevan tiempo en declive. Y esto se siente como una nueva puñalada.
El clamor va más allá del mundo rural. En plena jornada deportiva, durante el ascenso del Elche a Primera, el tema llegó a los micrófonos de Cope. Andrea Peláez, periodista nacida en Zamora, no se contuvo.
Paco González también se sumó: “Hablamos de la España vaciada, pero no cuidamos nuestros pueblos. La agricultura, el campo... Se nos está yendo la gente”, lamentó.
Peláez, visiblemente afectada, reflejaba la rabia de toda una tierra. Porque en Sanabria, lo que está en juego no son solo dos paradas. Es el futuro.
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