
Yolanda Díaz oculta uno de cada cuatro parados de sus estadísticas oficiales
Más de 800.000 parados ocultos elevan el desempleo efectivo a 3,2 millones pese a los mínimos históricos anunciados
La cifra oficial de parados en España se sitúa en 2,4 millones, el nivel más bajo desde 2007. Sin embargo, un análisis más detallado revela una realidad distinta.
Según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), el número real de desempleados, conocido como "paro efectivo", asciende a 3,2 millones de personas.
Esto significa que uno de cada cuatro parados permanece oculto en las estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
El desfase se debe a cómo el Gobierno clasifica a ciertos demandantes de empleo. En la categoría de "demandantes de empleo con relación laboral" se incluyen tres grupos: los fijos discontinuos inactivos, los trabajadores en ERTE y los adscritos al sistema de colaboración social.
En julio, esta cifra alcanzó los 845.392, casi un 200% más que en 2019. Todos ellos están inscritos en el SEPE, pero no aparecen en el recuento oficial de parados.
La diferencia es significativa: en 2019 representaban apenas un 9% del total, mientras que ahora suponen un 26%.
Los sectores de hostelería y educación son los que más recurren a los contratos fijos discontinuos, que permiten a las empresas activar y desactivar a sus trabajadores según la demanda.
Efectos de la reforma laboral de Yolanda Díaz
La reforma laboral impulsada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, transformó muchos contratos temporales en indefinidos.

Entre ellos destaca la modalidad de fijo discontinuo, que aunque mantiene el vínculo contractual, deja a los empleados sin actividad ni salario durante meses.
En esos periodos, los trabajadores pueden inscribirse en el SEPE para acceder a formación, buscar empleo o, si cumplen los requisitos, cobrar una prestación.
Esta situación los coloca en un limbo estadístico: cuentan como demandantes de empleo, pero no como parados oficiales.
El desfase se refleja también en el gasto en prestaciones. En junio, 109.783 fijos discontinuos cobraron prestación contributiva, un 13% del total de demandantes con relación laboral. En otros meses, la cifra llegó a superar los 200.000 beneficiarios.
Paradójicamente, mientras el número de parados registrados es el más bajo en 16 años, el gasto en prestaciones se mantiene en máximos.
En junio, el SEPE pagó alrededor de 800.000 prestaciones contributivas, una cifra solo comparable con los meses más duros de la pandemia.

En enero, con menos desempleo oficial que un año antes, el gasto incluso aumentó un 5%. Esta contradicción ha despertado críticas sobre la fiabilidad de los datos de paro que difunde el Ejecutivo.
Los números que no publica el SEPE
A día de hoy, el Ministerio de Trabajo no ha publicado cuántos fijos discontinuos inactivos están inscritos en el SEPE pero quedan fuera del cómputo.
No obstante, los expertos coinciden en que representan la mayoría de los 800.000 demandantes de empleo con relación laboral.
Si se incluyeran estos datos, el descenso del paro desde la reforma laboral sería mucho menos pronunciado de lo que presenta el Gobierno cada mes.
El paro efectivo, superior a los 3,2 millones de personas, muestra que la realidad del mercado es más frágil de lo que aparentan las estadísticas.
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