
Ya son cinco las flotillas a Gaza que abandonan su travesía por mal tiempo
El barco en el que viajaban Ada Colau y Greta Thunberg regresó en menos de 24 horas
La flotilla solidaria hacia Gaza ha vuelto a tropezar antes de alcanzar su objetivo. Lo que debía ser una travesía reivindicativa se ha convertido en un cúmulo de contratiempos que ya despiertan críticas. Tras el fallido intento inicial, ahora cinco embarcaciones se han visto obligadas a retirarse y regresar a puerto.
'Mal tiempo' y retirada forzosa
Las embarcaciones zarparon de Barcelona el domingo con gran expectación. Eran cerca de veinte barcos con destino a la franja de Gaza.

Sin embargo, el mal tiempo obligó a suspender la primera jornada. Las naves tuvieron que volver a puerto y pasar la noche allí.
La nueva salida tampoco salió según lo previsto. Cinco barcos, los de menor tamaño, no resistieron las condiciones adversas y regresaron de nuevo al puerto.
Según la organización, la decisión fue “prudente” y se tomó por seguridad. Todos los tripulantes se encuentran a salvo.
Una misión debilitada
La retirada de cinco embarcaciones ha debilitado la imagen de la llamada Global Sumud Flotilla. El proyecto, que se presentaba como una gran acción internacional contra el bloqueo de Gaza, ha mostrado sus limitaciones logísticas. El contraste entre la ambición declarada y las dificultades técnicas ha generado un resultado que muchos califican ya de ridículo.
La organización emitió un comunicado para justificar la retirada. “Debido a las condiciones climáticas extremas de anoche, cinco de nuestras embarcaciones menores regresaron por razones de seguridad”, señalaron. Pese a ello, insistieron en que la misión sigue en pie.

Discurso victimista
Lejos de asumir los fallos, los promotores de la flotilla cargaron contra los gobiernos. “Cuando pequeñas embarcaciones civiles deben realizar la labor que los gobiernos no han hecho, estos desafíos son comunes. Si tan solo uno de los gobiernos cómplices enviara sus barcos, mucho más capaces, a Gaza, estos obstáculos no recaerían sobre la gente común”, añadieron.
El tono del comunicado no ha evitado que el episodio se perciba como un revés. Para los críticos, la incapacidad de mantener un rumbo estable y la rápida retirada reflejan la fragilidad del proyecto.
Una travesía incierta
Tras la retirada, una veintena de embarcaciones sigue en ruta hacia Gaza. El viaje podría prolongarse unos quince días, aunque el calendario ya ha mostrado ser imprevisible. La idea es que otras naves procedentes de Túnez, Grecia e Italia se unan en el camino.
Entre los pasajeros se encuentran figuras mediáticas como la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau y la activista Greta Thunberg. Su presencia busca dar mayor visibilidad a la misión. Sin embargo, la atención que despiertan no logra ocultar los tropiezos logísticos.
Un inicio marcado por el fracaso
La organización insiste en que su objetivo es romper “el bloqueo ilegal de Israel” y denunciar lo que consideran un genocidio contra el pueblo palestino. Hablan de misión humanitaria y no violenta. No obstante, el inicio del viaje ha quedado marcado por el fracaso.
Las imágenes de barcos regresando a puerto y los comunicados justificando lo ocurrido han erosionado la credibilidad de la flotilla.
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