Redes sociales El violento gesto de un diputado de Más Madrid a Ayuso: hace como que le dispara
Pablo Padilla vuelve a protagonizar otro bochornoso escándalo en la Asamblea de Madrid
El debate en la Asamblea de Madrid se vio marcada por la controversia debido a los gestos de Pablo Padilla, diputado de Más Madrid en la cámara autonómica. Durante una intervención de la presidenta de la Comunidad, Padilla realizó una serie de gestos exagerados, imitando una pistola con las manos y simulando disparar al suelo en al menos dos ocasiones mientras conversaba con un compañero de bancada.
Este incidente, que duró apenas 10 segundos, fue captado desde la propia bancada del hemiciclo madrileño, mientras de fondo se escuchaba a la presidenta hablar sobre "Alemania" y "el muro de Berlín".
No es la primera vez que la tendencia de Padilla a expresarse de forma exagerada a través del lenguaje no verbal genera controversia en la cámara autonómica. En 2016, cuando era diputado por Podemos, Padilla realizó gestos de manos esposadas mientras el entonces consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada, debatía una proposición no de ley sobre los contratos menores en la Comunidad de Madrid.
Padilla fue grabado por las cámaras de la Asamblea de Madrid | Europa Press
Pero esto parece ser un comportamiento habitual, ya que, poco tiempo atrás, Padilla estuvo involucrado en otro enfrentamiento en la Asamblea de Madrid. En aquel momento, una diputada del PP afirmó que Podemos estaba financiado por Venezuela. La formación morada argumentó que existían cuatro fallos judiciales en su contra y solicitó la eliminación de las palabras de los populares del registro de sesiones. Esta petición fue ignorada por Paloma Adrados (PP), quien ocupaba el cargo de presidenta de la Cámara en ese momento.
Este incidente provocó una gran indignación en Padilla, quien se levantó de su asiento, se situó detrás de Adrados en la zona de presidencia de la Asamblea y comenzó a reprocharle en voz alta su decisión. Los miembros del PP interpretaron este acto como un intento de intimidación hacia la máxima autoridad de la cámara, mientras que desde Podemos se consideró una protesta legítima ante lo que percibieron como calumnias.
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