La surrealista decisión que Ribera tomó en el Poyo en lugar de evitar las inundaciones

Teresa Ribera vuelve a estar en el centro de la polémica. La ministra aprobó un gran catálogo de especies animales que se deberían proteger en la zona del barranco del Poyo en 2011. Esta decisión fue tomada durante su etapa como secretaria de Estado de Cambio Climático en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Esta surrealista decisión ha vuelto al centro del debate tras las devastadoras inundaciones provocadas por la DANA que afectaron a la Comunidad Valenciana. La protección de animales como el sapo de espuelas, la rata o la lagartija se priorizó por encima de las obras de limpieza y adecuación que habrían evitado la catástrofe.

La lista que Ribera incluyó en la declaración de impacto ambiental muestra un catálogo de animales que dependían del barranco del Poyo. Por esta razón, realizar obras para mejorar su cauce dependían de esta normativa aprobada por Ribera.

Este documento podría haber sido un obstáculo para la Confederación Hidrográfica del Júcar a la hora de conceder permisos para la limpieza de cauces. Algunos ayuntamientos informan que esto contribuyó a que las lluvias torrenciales del 29 de octubre desbordaran el barranco y afectaran gravemente a los municipios colindantes.

El Poyo no se limpió antes de la DANA por considerar que las labores de desbroce eran "manifiestamente incompatibles con la protección de la naturaleza". Esto ha generado una fuerte crítica a la gestión de Ribera.

Según los afectados, las obras de adecuación habrían reducido el impacto de las inundaciones en localidades como Paiporta, Benetúser y Sedaví. El arrastre de sedimentos, troncos y escombros durante la tormenta convirtió el cauce en un torrente de 2.000 m³/s, devastando estas áreas.

Las críticas a Ribera no se limitan al ámbito medioambiental. Según revelaciones recientes, su Ministerio paralizó en 2021 las obras de encauzamiento y drenaje del Poyo y del barranco de la Saleta.

Estas decisiones se justificaron en su momento por problemas presupuestarios y la incompatibilidad de estos proyectos con la normativa autonómica sobre la Huerta de Valencia. Estas acciones, unidas a las fuertes lluvias de la DANA, han dejado al descubierto la vulnerabilidad de las infraestructuras de la zona. 

El Ministerio de Transición Ecológica emitió una filtración afirmando que el riesgo de ruptura de la presa de Forata se había identificado ya desde las 17:30 horas del 29 de octubre. Esta información fue desmentida posteriormente. Las decisiones tardías en activar la alerta hidrológica en los ríos Magro y Júcar han aumentado la presión sobre Ribera, cuyo papel en la crisis sigue siendo cuestionado.

El Gobierno de Carlos Mazón ha sido señalado por el PSOE como corresponsable de la tragedia, pero las responsabilidades de Ribera están cada vez más en el foco. Pedro Sánchez evitó mencionar estos detalles en su última comparecencia. Se limitó a destacar la importancia de aprender de los expertos y de la ciencia para hacer frente al cambio climático.

La gestión de la crisis por parte de Ribera sigue siendo polémica. El malestar en las zonas afectadas deja claro que las decisiones de hace más de una década siguen teniendo consecuencias en la actualidad.