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Mujer de cabello rubio recogido con saco claro de perfil sobre un fondo rosa con elementos gráficos y flechas hacia arriba
POLÍTICA

Sumar se desangra y Yolanda Díaz no frena la fuga de sus socios clave

Compromís abre la puerta al grupo mixto y Més per Mallorca y la Chunta estudian seguir el mismo camino antes de Navidad

La coalición Sumar  atraviesa su peor momento desde su nacimiento. La salida de la diputada Águeda Micó, de Compromís, ha sido el detonante de una crisis profunda. Aunque otro diputado valenciano permanece, la fractura es evidente.

Los  reproches internos arrecian contra Yolanda Díaz, acusada de no saber frenar la descomposición. Micó ya se ha pasado al grupo mixto, y otras fuerzas amenazan con seguir su ejemplo.

La legislatura pende de un hilo, y la cohesión interna de Sumar se rompe por las costuras.

Compromís ha sido la primera formación en reaccionar. La decisión de Águeda Micó no ha sido una sorpresa para quienes conocen las tensiones internas. El partido valenciano busca mayor visibilidad y autonomía parlamentaria.

El contexto de la DANA  y la creciente  presencia mediática de Joan Baldoví han animado esta ruptura. En Sumar se teme que el movimiento de Compromís sea solo el principio. La coalición pierde fuerza y la sensación de caos empieza a calar entre sus socios.

Més per Mallorca y la amenaza del grupo mixto

En Baleares, la formación Més per Mallorca también alza la voz. Tienen un diputado, Vicenç Vidal, y dudan seriamente de seguir bajo el paraguas de Sumar. Argumentan que la coalición ya no les aporta visibilidad ni capacidad de decisión.

Hombre de pie junto a una pared clara con las manos en los bolsillos y expresión relajada

El partido convocó una votación interna sobre el futuro de Vidal. Sin embargo, el empate técnico en la consulta ha dejado todo en el aire. Se espera una nueva votación para resolver el rumbo del único diputado mallorquín.

La preocupación en el seno de Més va más allá. Temen que si se convocan elecciones anticipadas, Sumar ni siquiera se presente con sus siglas en su circunscripción. Ese posible pacto entre Díaz y el PSOE, orientado a frenar a la derecha, les dejaría sin espacio político.

En Aragón, la Chunta Aragonesista comparte el malestar. Critican que Díaz favorezca sistemáticamente a Izquierda Unida, Más Madrid y los Comunes. Consideran que su formación ha sido ignorada en el reparto de protagonismo y decisiones.

El descontento es tal que también contemplan la salida de Sumar. Aragón es otro de los territorios donde Díaz podría optar por no presentarse bajo su marca. Esta posibilidad ha generado un clima de tensión similar al de Valencia y Baleares.

La Chunta considera imprescindible aumentar su visibilidad antes de un posible adelanto electoral. Y si eso implica romper con Yolanda Díaz, están dispuestos a hacerlo. La decisión de Compromís ha abierto una vía que cada vez más partidos regionalistas están dispuestos a seguir.

Temor a una legislatura fallida

Fuentes internas de Sumar reconocen que el clima es de incertidumbre total. Las fuerzas que integran la coalición creen que el Gobierno puede caer en cualquier momento. Y no por deseo propio, sino por los escándalos crecientes que rodean al PSOE.

Desde el entorno de Díaz se asegura que no hay plan para abandonar territorios ni entregar candidaturas al PSOE. Pero dentro de la coalición pocos lo creen ya. La desconfianza crece, y con ella, la amenaza de una fragmentación que puede ser irreversible.

Los regionalistas temen que su alianza con Sumar les arrastre con el descrédito socialista. Quieren marcar distancias antes de que sea tarde. Por eso buscan romper amarras mientras aún tienen margen para construir sus propias estrategias.

Mujer sonriente con micrófono en la mano durante un evento al aire libre con un cartel de fondo que dice Sumar

Díaz insiste en seguir al frente

Pese a todo, Yolanda Díaz no parece dispuesta a renunciar a su papel de líder. Sus colaboradores aseguran que seguirá siendo candidata pase lo que pase. Aunque el grupo parlamentario se vacíe y la coalición se rompa, Díaz no contempla otra opción.

Pero la presión crece. Si las fugas continúan, Sumar podría quedar reducido a un bloque mínimo. Solo Izquierda Unida, Más Madrid y los Comunes mantendrían su compromiso con la vicepresidenta.

Esta situación dejaría a Díaz en una posición muy débil. Ya no tendría capacidad para hablar en nombre de un frente amplio. Y el proyecto que aspiraba a ser el nuevo Unidas Podemos se diluiría sin haber llegado a consolidarse.

Un proyecto que se desmorona

La coalición que prometía aglutinar a la izquierda alternativa vive hoy una etapa de descomposición acelerada. Los conflictos internos, las ambiciones territoriales y la falta de cohesión han hecho mella. La esperanza de una candidatura conjunta fuerte se desvanece.

Yolanda Díaz afronta la mayor prueba de liderazgo desde que asumió la vicepresidencia. Su autoridad está en entredicho y su estrategia electoral, cada vez más cuestionada. La fractura interna de Sumar podría marcar el principio del fin del proyecto.

Mientras tanto, en el Congreso se prepara un posible reordenamiento de grupos. El grupo mixto podría recibir a nuevos integrantes. Y el mapa político de la izquierda se reconfigura a toda velocidad, con Díaz luchando por conservar el timón de un barco que hace aguas.

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