
Se reabre el caso del muñeco de Sánchez apaleado en Ferraz en Nochevieja
Vuelve a abrirse el caso del muñeco de Sánchez y se deniega llevar el "delito" a la Audiencia Nacional como se pidió
La Audiencia Provincial de Madrid ha instruido al Juzgado de Instrucción N.º 26 de la capital reabrir el caso del muñeco de Pedro Sánchez. Se presume de un posible delito de amenazas dirigido contra el presidente del Gobierno.
Los hechos ocurrieron el 31 de diciembre de 2023. Un grupo de personas golpeó y destruyó un muñeco que representaba al líder socialista. El hecho tuvo lugar en la sede del PSOE.

Los jueces, en una resolución a la que tuvo acceso Europa Press, han aceptado el recurso presentado por la Fiscalía. Y que, de forma parcial, han interpuesto tanto Pedro Sánchez como el PSOE.
De esta manera se revoca la decisión de la magistrada instructora de cerrar la causa. Pero no todas las solicitudes formuladas por Sánchez y el partido han sido aceptadas.
Se había intentado trasladar el caso a la Audiencia Nacional, argumentando que se trataba de un delito de injurias y amenazas contra el Ejecutivo. Pero la Audiencia Provincial ha desestimado esta solicitud. Los jueces consideran que los hechos no encajan con delitos de odio ni de injurias, pero podría constituir un posible delito de amenazas.
Los jueces señalan que “la violencia mostrada en las imágenes del suceso. Se cuelga una figura de una soga y se le propina una paliza. Además de otras formas de humillación simbólica”.
Por otro lado, “la abundancia de amenazas dirigidas al destinatario y relacionadas con la sede del PSOE. Ejemplos como ‘colgadlo de los pies’, ‘hay que quemar Ferraz’, ‘a por Sánchez oé’. Se muestra un escenario intimidatorio de suficiente gravedad como para considerar, de forma provisional, que se trata de amenazas serias”.
También afirman que por ahora no puede entenderse que dichas amenazas estén amparadas por en el ejercicio de la libertad de expresión. Los hechos se producían en una manifestación de protesta. Su validez no es cuestionable, independientemente de la ideología que haya detrás de la convocatoria.
"Ser maleducado no es un delito"
El Juzgado de Instrucción había archivado el caso justificando que "la falta de educación no es un delito". Tampoco las expresiones empleadas en el momento y lugar de los hechos "no constituyen incitación al odio ni al presidente del Gobierno". Por lo tanto, no "deberían ser perseguidas" por la Justicia.
"Lo lógico" es que "aquellos que discrepen de un partido puedan manifestarse en su sede".
El PSOE presentó un documento de cerca de 60 páginas en el que denunciaban un delito de incitación al odio por motivos ideológicos. No obstante, este tipo de delito solo se contempla cuando va dirigido contra colectivos vulnerables. Como respuesta, el partido argumentó que fue objeto de persecución durante la Guerra Civil y la dictadura de Franco.
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