
Sánchez visita León arropado por un alcalde socialista imputado
El presidente acudió a la zona de incendios acompañado de Mario Rivas, investigado por tráfico de influencias
Pedro Sánchez interrumpió el pasado domingo sus vacaciones en Lanzarote para visitar Orense y León, en plena crisis por los devastadores incendios.
El presidente del Gobierno sobrevoló las áreas calcinadas y acudió al centro de coordinación en Orense, donde se reunió con responsables autonómicos y de emergencias.
El líder socialista llegó a León por la tarde, rodeado de un fuerte dispositivo que incluyó un anillo de 200 metros para evitar protestas.
A Sánchez le acompañaron el ministro Fernando Grande-Marlaska, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, y el presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco.
La sombra de Mario Rivas
Entre la comitiva destacó la presencia de Mario Rivas, alcalde de Villablino y dirigente del PSOE, imputado por el Juzgado de Instrucción de Ponferrada.
La investigación apuntaba a que utilizó el Ayuntamiento para encargar carteles vinculados a su ganadería familiar, en un posible caso de tráfico de influencias.
Los documentos del procedimiento señalaban que en los albaranes figuraba el Ayuntamiento de Villablino como cliente y lugar de entrega. Además, constaba un pago por transferencia y un encargo con fecha de julio de 2021.
La empresa que fabricó los vinilos explicó que inicialmente recibió un pedido para el Ayuntamiento. Y después se le pidió facturarlo a nombre de Rubén Rivas, hermano del alcalde.
Este último declaró que abonó la compra, aunque reconoció en otro momento que entregó el dinero a Mario Rivas.

Una imputación incómoda para el PSOE
El caso generó gran incomodidad en las filas socialistas. Dado que Mario Rivas había sido elegido secretario de Transición Justa en la nueva ejecutiva autonómica del PSOE.
La denuncia también aportaba un correo electrónico enviado desde una cuenta oficial del Ayuntamiento con instrucciones y justificantes de pago relacionados con el pedido.
Ese mensaje incluía además la dirección de entrega vinculada al hermano del regidor e indicaciones manuscritas que pedían facturar a nombre de Rubén Rivas.
Para la acusación, estas pruebas evidenciaban un uso indebido de recursos municipales en beneficio de intereses privados.
Mientras tanto, Sánchez intentó mantener el foco en la catástrofe, pero la presencia de un alcalde imputado proyectó una sombra sobre su visita.
La imagen del presidente junto a un dirigente investigado empañó el mensaje institucional que pretendía transmitir frente a la crisis de los incendios.
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