Sánchez blinda la flotilla con un buque y olvida la lucha contra los narcos

Pedro Sánchez ha vuelto a generar discordia. Esta vez, por su decisión de enviar un buque de acción marítima para proteger a la flotilla humanitaria que se dirige a Gaza. La misión busca dar seguridad a los activistas y, en caso necesario, realizar rescates.

Un trato que podría parecer desfavorable si se compara con la situación que tienen los guardias civiles que arriesgan su vida para detener el narcotráfico y la inmigración  ilegal. El buque elegido por Sánchez es el patrullero Furor (P-46). Mientras, los agentes combaten los conflictos en pleno mar con lanchas que fácilmente pueden ser embestidas.

Algo que ha sido señalado en redes sociales. 

Así es el patrullero Furor (P-46)

Se trata de un patrullero de altura de la Armada. La nave dispone de espacio para operar helicópteros, está equipada con un cañón Oto Melara de 76 milímetros y dos ametralladoras MK-38, y navega habitualmente con una dotación de 51 marinos.

Sánchez explicó que el buque español acompañará a la llamada “flotilla de la paz”, integrada por representantes de 45 países. Su objetivo es llevar alimentos y visibilizar el sufrimiento de los gazatíes.

“El buque está preparado para rescatar tanto a ciudadanos españoles como al resto de integrantes de la flotilla si surge algún problema”, afirmó Sánchez.

Entre los integrantes de la flotilla está la activista Greta Thunberg, quien tomó la decisión de abandonar la junta directiva. Según el diario italiano Il Manifesto, Thunberg seguirá en la flotilla como organizadora y participante, aunque ya no tendrá un cargo de responsabilidad. La decisión llega tras tensiones internas y diferencias sobre la estrategia comunicativa del grupo.

La propia activista ha señalado que no estaba de acuerdo con una comunicación centrada en los problemas internos de la flotilla en lugar de denunciar, según ella, el genocidio en Palestina. Como consecuencia, su nombre ha sido borrado de la web oficial.