
La respuesta de Sánchez entre carcajadas sobre las imputaciones de Begoña Gómez
La entrevista en RTVE sigue dando que hablar, no solo por el contenido, sino por el físico del presidente
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a ocupar el foco mediático. Lo hizo este lunes 1 de septiembre en su primera entrevista en más de un año. Concedida a RTVE, en el marco del inicio del curso político y coincidiendo con el regreso de Pepa Bueno al Telediario.
Lo que debía ser un repaso a la actualidad terminó convirtiéndose en una polémica reacción. Ante una pregunta sobre las investigaciones judiciales que afectan a su esposa, Begoña Gómez, Sánchez respondió entre carcajadas y con tono despreocupado.

Una reacción que genera debate
La periodista introdujo el tema con cautela, evitando mencionar de manera explícita a los familiares del presidente. Fue entonces cuando Sánchez tomó la palabra y pidió hablar claro.
Invitó a Bueno a señalar que los procesos judiciales afectan directamente a su mujer y a su hermano, David Sánchez. En lugar de mostrar preocupación, el líder socialista respondió con sorna: "No sé ni cuántas imputaciones lleva", dijo entre risas.
El comentario buscaba transmitir confianza y quitar peso a las investigaciones. Sin embargo, su reacción ha sido interpretada como un intento de banalizar la gravedad de unos procesos que lo rodean.
Críticas veladas a los jueces
Durante la entrevista, Sánchez cargó implícitamente contra los magistrados que instruyen los casos. Sin citarlos de forma directa, se refirió al juez Peinado, encargado de la causa contra su esposa, y a la jueza Beatriz Biedma, que procesó a su hermano en Extremadura.

"Hay un problema de desempeño, de instrucción. De pena del telediario que al final están pagando dos personas por el mero hecho de ser familiares míos", afirmó.
A renglón seguido, lanzó un mensaje más amplio sobre la judicatura: "Hay jueces haciendo política y hacen inmenso daño a la Justicia". No obstante, quiso matizar sus palabras y aseguró que confía en la institución judicial y en la profesionalidad de la mayoría de magistrados y fiscales.
Un inicio de curso marcado por la polémica
El Gobierno afronta un arranque de curso duro, con retos como la aprobación de los próximos Presupuestos Generales y las tensiones políticas en el Congreso. En ese contexto, la sombra de las imputaciones contra Begoña Gómez y David Sánchez añade presión al Ejecutivo.
La forma en que el presidente reaccionó ante la pregunta ha despertado debate en medios y redes sociales. Para algunos, su actitud muestra seguridad y capacidad de relativizar acusaciones que consideran parte de una estrategia judicializada contra su figura. Para otros, su reacción entre carcajadas refleja una falta de respeto hacia la gravedad de los procesos judiciales.
Un mensaje político en clave defensiva
Con su respuesta, Sánchez buscó reforzar la idea de que las investigaciones forman parte de un ruido político-mediático sin base sólida. Trató de normalizar la situación y transmitir que no existe preocupación real dentro de Moncloa. Sin embargo, el efecto ha sido el contrario: la escena de sus risas ha quedado como la imagen más comentada de la entrevista.
El episodio no solo marca el inicio del curso político, sino que también anticipa el tono de confrontación que puede dominar los próximos meses. Entre la necesidad de aprobar medidas clave y el peso de las investigaciones que afectan a su familia, Pedro Sánchez arranca septiembre en el centro de la polémica.
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