
La relación de Leire Díez con Santos Cerdán y su reunión con un diputado de Junts
El propio Cerdán está bajo lupa en la investigación del caso Koldoy la cercanía con Díez ha levantado sospechas
Leire Díez ha roto su silencio tras abandonar el PSOE. Asegura que se reunió con Junts, pero niega hablar sobre la operación Cataluña. Su comparecencia ante los medios fue tensa y sin rodeos.
Rechazó vínculos partidistas y defendió que solo investiga corrupción.
La militante socialista aclaró que su baja fue voluntaria. Nadie del PSOE le sugirió dimitir, asegura. Fue una decisión personal.
“Yo me fui porque quise”, dijo a los medios. Subrayó que no recibió presiones internas ni externas para abandonar el partido.
Uno de los puntos clave fue su contacto con un diputado de Junts. Admitió el encuentro, pero negó intenciones políticas oscuras. “Sí, me vi con alguien de Junts, pero no fue por la operación Cataluña. Fue por temas ajenos a ese escándalo”, explicó.

La aclaración busca calmar rumores sobre supuestos pactos o filtraciones desde dentro del PSOE hacia partidos independentistas. El contexto es sensible: la operación Cataluña investiga presuntos abusos de poder contra políticos soberanistas en gobiernos anteriores.
Junts ha estado especialmente atento a posibles movimientos en el PSOE relacionados con ese pasado judicial y policial. Díez insiste en que su única motivación es denunciar irregularidades. Dice estar documentando un libro con base en hechos y audios.
También sostiene que parte del material que posee ya está judicializado. Lo entregó a Ferraz en su última visita a la sede. Aunque no especificó el número, se habla de miles de folios que podrían implicar a figuras vinculadas a tramas de hidrocarburos.
Díez dejó claro que no habla en nombre del PSOE. “No soy fontanera de nadie. Hago periodismo, no política”, dijo.
En los audios filtrados se le escucha ofrecer ventajas fiscales a cambio de información. Ella lo niega tajantemente.
Asegura que se trataba de una táctica para obtener datos relevantes para su investigación. “Era un método encubierto”, explicó. Muchos juristas han opinado que lo escuchado en esos audios no constituye delito. Ella se apoya en esa lectura legal.

Sobre el encuentro con Santos Cerdán, revela que duró dos horas. Fue cordial pero frío: “No me deseó suerte. Esto no es un partido”.
El propio Cerdán está bajo lupa en la investigación del caso Koldo. La cercanía con Díez ha levantado sospechas internas.
Sin embargo, ella desvincula completamente su investigación del secretario de Organización.
“No tengo nada personal contra él”. El diputado de Junts con quien se reunió no ha sido identificado. Ella prefiere proteger su identidad por respeto institucional.
Se limitó a decir que fue “una conversación abierta, sin nada oculto, en un entorno fuera de toda conspiración”.
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