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Mujer de cabello rubio y largo con chaqueta azul al frente, al fondo dos círculos con retratos de otras personas
POLÍTICA

El PSOE sí sabía de los excesos y 'vicios' de Ábalos tal y como desvela su exmujer

El máximo reflejo de esta situación fue cuando quiso informar a Nadia Calviño y esta dijo: "no quiero saber nada"

Carolina Perles, exmujer de José Luis Ábalos, decidió contar la vida desordenada del entonces ministro a dirigentes socialistas de primer nivel.

Lo hizo movida por la preocupación y el desgaste personal que provocaban las fiestas, las infidelidades y la influencia de su asesor Koldo García. Avisó. Pero el PSOE miró hacia otro lado.

Perles relató su situación a Adriana Lastra, entonces vicesecretaria del partido, y a Maritcha Ruiz Mateos, directora de Comunicación. También confió sus miedos a Nadia Calviño, por entonces ministra de Economía. La respuesta fue tajante: "No quiero saber nada".

Lo contó este lunes en el documental El precio de la corrupción, emitido por Telecinco. Una grabación cuya emisión trató de impedir el propio Ábalos.

Dos hombres con traje sonríen mientras conversan en un entorno urbano junto a una pared de piedra

Allí explicó que buscó apoyo en Calviño, con quien había entablado relación personal durante el confinamiento de 2020.

Ambas eran vecinas en la residencia oficial de la calle Balbina Valverde de Madrid. Perles vivía en la planta baja con Ábalos y sus hijos. Calviño, en la primera.

Durante aquellos meses difíciles, incluso cuando Perles fue diagnosticada con cáncer de pulmón, la futura presidenta del Banco Europeo de Inversiones le mostró cercanía. Pero cuando se trató de abordar la vida oculta del ministro, Calviño se cerró en banda.

La exmujer de Ábalos también relató cómo en noviembre de 2020 compartió con Lastra y Ruiz Mateos la cascada de infidelidades de su marido. Ocurrió en una fiesta de Halloween organizada por Ruiz Mateos.

Allí coincidió con Koldo García, el hombre que, según Perles, facilitaba y encubría las salidas nocturnas del entonces número tres del PSOE.

El encuentro fue tenso. Perles recogió a su hijo antes del toque de queda y se topó con García. A partir de ahí, decidió hablar.

"Me dicen que esté tranquila, que van a averiguar", confesó en el documental. El relato coincide con lo que horas antes habían adelantado fuentes socialistas: el sector feminista del partido estaba alarmado. "No podemos ir a las elecciones con la bandera del abolicionismo con un putero como número tres", recuerdan.

Hombre de mediana edad con barba y cabello corto sentado en un escaño de madera en lo que parece ser una sala de gobierno

Carmen Calvo habría informado al presidente de los desfases de Ábalos

Lastra, impactada, trasladó la información a Carmen Calvo. Y, según Perles, la entonces vicepresidenta informó al propio Sánchez.

La exmujer del ministro asegura haber presenciado una llamada del presidente al político valenciano. "Le dice a José Luis que si iba por libre", relata.

El silencio que siguió fue elocuente. Ni Lastra, ni Calviño, ni el resto de la cúpula socialista hicieron nada por proteger a Perles. Ella quedó atrapada entre la vida oculta de su marido y el desinterés de un partido que prefirió no actuar.

El abandono contrasta con los discursos públicos del PSOE sobre feminismo y protección de las mujeres. Perles buscó apoyo en quienes estaban más cerca del poder.

Encontró puertas cerradas. Su historia muestra cómo los problemas personales de Ábalos se convirtieron en un problema político para el PSOE. Y cómo la dirección del partido optó por el silencio.

El caso de Carolina Perles es el retrato de una mujer que intentó ser escuchada. Y de un partido que eligió mirar hacia otro lado.

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