¿Podría haberse negado el Rey a firmar la amnistía?
Felipe VI habría estado consultando ampliamente con su entorno más cercano
La posible negativa del Rey Felipe VI a sancionar una ley de amnistía aprobada por el Parlamento ha generado un intenso debate en España. Esta situación está generando incertidumbre sobre el rol constitucional del monarca y las consecuencias de su posible negativa a firmar dicha ley.
Según la Constitución Española, el Rey tiene un papel principalmente simbólico y representativo. No obstante, su firma es necesaria para la promulgación de leyes.
La Constitución establece que el Rey debe sancionar y promulgar las leyes aprobadas por las Cortes Generales. Actuando como un garante de la legalidad del proceso legislativo.
Sin embargo, la Constitución también ofrece mecanismos para situaciones en las que el monarca no cumpla con sus funciones. El artículo 59.2 permite a las Cortes Generales declarar la inhabilitación del Rey, en cuyo caso las responsabilidades pasarían al heredero.
Precedentes históricos
El único precedente comparable en Europa ocurrió en 1990, cuando el Rey Balduino de Bélgica presentó objeción de conciencia. Donde se negó a firmar la ley de despenalización del aborto aprobada por el Parlamento belga.
En aquel caso, Balduino renunció temporalmente al trono, y el Gobierno belga encontró una solución legal para aprobar la ley sin su firma. Este precedente histórico subraya la complejidad y la rareza de tales situaciones.
Unos meses atrás, Javier Negre presidente del Grupo Eda entrevistó a Fernando de Rosa, magistrado y presidente de la Audiencia Provincial de Valencia. Sostiene que "el Rey no puede intervenir en el debate político".
Según de Rosa, es responsabilidad de los españoles resolver sus problemas políticos. El Rey debe mantener una postura de moderación y no de acción política.
En contraste, Jesús Palacios, historiador y periodista. También Entrevistado por Negre, argumenta que el Rey debe tener un papel activo en situaciones de crisis constitucional. Palacios destaca que la amnistía representa un cambio significativo en el sistema político.
Similar a la amnistía de 1977, y que el Rey debería intervenir en momentos cruciales. Como lo hizo en 2017 durante la crisis independentista en Cataluña.
Consecuencias de una negativa del Rey
Si el Rey Felipe VI se hubiese negado a firmar la ley de amnistía, se abriría un escenario de gran ambigüedad. Según la doctora Ana Carmona, experta en Derecho Constitucional, en ese improbable caso. El Rey debería abdicar porque no puede negarse a cumplir sus funciones constitucionales.
Esta perspectiva resuena con el precedente belga de 1990, sugiriendo que una solución similar podría buscarse en España.
La firma de la ley de amnistía por parte del Rey Felipe VI se ha convertido en un tema de alta tensión política. El monarca se encuentra en una situación delicada. Presionado tanto por el Gobierno de Sánchez, que aprobó la ley, como por sectores conservadores y monárquicos que se oponen vehementemente.
Este contexto ha exacerbado la polarización social y política en España, con encuestas mostrando una creciente división sobre la monarquía y la república.
La decisión del Rey está siendo vigilada de cerca tanto por la izquierda republicana, que ve una oportunidad para debilitar la monarquía, como por sus seguidores más fieles. Que demandan una postura firme contra la ley de amnistía.
La decisión del Rey
Según fuentes cercanas al Palacio de la Zarzuela, el Rey Felipe VI ha estado consultando ampliamente con su entorno más cercano. Además, con figuras relevantes de la sociedad española. Después de semanas de deliberación, parece que el Rey firmará la ley de amnistía, entendiendo que negarse podría provocar una crisis institucional sin precedentes y facilitar el fin de la monarquía.
Esta decisión, aunque difícil, se basa en la necesidad de cumplir con su papel constitucional y proteger la institución que representa.
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